España
FERIA DEL PILAR

La plaza de la Misericordia de Zaragoza, el lugar que más festejos populares celebra en todo el mundo

La feria de toros de Zaragoza es el último puerto de montaña para el mundo del toro: empresarios, ganaderos, toreros, y también, para los recortadores. Para estos últimos, es «la cumbre de la pirámide» de todo un circuito de festejos populares que desborda afición, pero que salvo en esta feria, la más importante del toreo popular, no logra la trascendencia mediática que merece. Una exclusión que parte del propio programa de fiestas, donde no consta ninguna mención a la Tauromaquia, pese a ser patrimonio nacional.  Y de las redes sociales, que censuran el contenido.

La plaza de la Misericordia es el lugar del mundo que más festejos populares acoge, lo que avala el apelativo de «la catedral», considerada la «más deseada» y donde estar en carteld «es un premio». Todos coinciden: «Es la más importante». «Zaragoza es la plaza de primera con mayor número de festejos populares del mundo», explica a OKDIARIO su gerente, Pablo Alonso. «Por eso –dice–, desde aquí la reivindicamos como su catedral». De la misma manera que lo es Sevilla para el toreo clásico.

El festejo popular es la base en la que se asienta la tauromaquia de a pie. De esto es consciente la empresa de Carlos Zúñiga, quien este año ha apostado por ponerlo de manifiesto, dando la misma relevancia a ambos, con dos carteles diferenciados. Sin embargo, hay que advertir un hecho: «El público de estos festejos es diferente entre sí, y no suelen asistir a ambos», explica Pablo Alonso.

Días de toros

La Misericordia es un vademécum taurino, un coso abierto, con la figura de Goya contemplando el ruedo. Durante las fiestas del Pilar, hay festejos mañana, mediodía, tarde y noche.

Mañana de vaquillas de Iván López en la plaza de toros de la Misericordia. Fotografía: @diparosjm

Las vaquillas empiezan desde este domingo, todos los días sin interrupción a las 8 en punto de la mañana. Después, le seguirán dos días de recortadores, a las 11.30 horas, y tres días de concurso y espectáculo popular, por la noche. Además de las indispensables tardes de corridas, desde el viernes 6 hasta el domingo 15, incluidas las novilladas con y sin picadores. Y, como en Bilbao, se celebra el apartado y sorteo de los toros de las corridas públicamente, algo que este año va a potenciar la empresa entre el aficionado.

El público

La afluencia de público es arrolladora. En la mayoría de festejos diarios se suele colgar el cartel de no hay billetes, con las 10.072 localidades que alberga esta plaza monumental. Multipliquen. Hagan números. Una locura, que no saldrá reseñada en ninguna plataforma cultural, pero que es todo un fenómeno de masas.

«Mientras sale la gente de un festejo, hay fila para entrar en otro», subraya Alonso, «el nivel de profesionalización es muy alto». Todo esto hace que Zaragoza, tal vez más desconocida fuera del circuito taurino, se posiciona en la feria del Pilar como un gran evento social y cultural de primer nivel, único, donde el pueblo de los pueblos sigue siendo el protagonista de la fiesta.

Además, según nos cuenta Pablo Alonso, para ser capaz de gestionar la demanda de entradas de tantos festejos dados en tan poco tiempo, se «exige una infraestructura tecnológica muy avanzada». «El otro día, que fue una buena jornada en la taquilla, se llegó a vender tres veces más en el servidor online», añade. Todo hace que el perfil de quien esté al frente tenga una buena preparación. «La gente es muy crítica: lo haces bien, o te comen», confiesa Alonso.

Todo esto hace que el coso de la Misericordia sea, después de las Ventas, la plaza más difícil de gestionar administrativamente. Pablo Alonso lo ejemplifica de la siguiente manera: «Es como si sucedieran todos los partidos de un equipo de la Liga en una semana».

Lo popular y las corridas de toros

Sin embargo, este simbiosis entre el festejo popular y las corridas de toros, dos caras de un mismo mundo, no ha logrado cuajar en la conciencia española, como una opción más.