España
ELECCIONES 23J

Sánchez cambiará a los barones críticos por gestoras afines para resistir al frente del PSOE si pierde

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La debacle electoral que sufrió el Partido Socialista el pasado 28 de mayo se ha convertido en la excusa perfecta de Pedro Sánchez para deshacerse de algunos barones. La pérdida del poder que hasta ahora ostentaban Ximo Puig en la Comunidad Valenciana, Javier Lambán en Aragón, Guillermo Fernández Vara en Extremadura, Concha Andreu en La Rioja, Francina Armengol en Baleares y Ángel Víctor Torres en Canarias, servirá para que tras el 23J el líder del PSOE pueda forzar la salida de algunos de ellos con el nombramiento de una gestora que pilote el partido hasta un congreso extraordinario. Todo para evitar un alzamiento contra el propio Sánchez.

Hay una opinión generalizada en el partido en señalar al presidente del Gobierno como responsable del mal resultado que obtuvieron los socialistas en las pasadas elecciones. Pero su rápida reacción de adelantar las generales, que les pilló a todos por sorpresa, impidió que los movimientos que se están produciendo desde hace semanas para poner fin a su liderazgo aflorasen a la luz pública. La convocatoria anticipada de los comicios provocó incluso que se paralizasen las dimisiones de algunos de los barones, como Vara, que ya habían anunciado su intención de dejar la política. El mismo Sánchez les pidió que no lo hicieran, hasta el 23J, para evitar la apertura en canal de la organización y así controlar él el proceso.

Tras las generales, por eso, todo cambiará. Pase lo que pase en las urnas. Consiga gobernar o no. Pedro Sánchez por ahora no tiene en mente dimitir como secretario general del PSOE. Porque se siente legitimado y rechaza cualquier responsabilidad en la caída de apoyos que está experimentando su organización. Pero esa opinión que él tiene de sí mismo no es compartida entre los principales dirigentes. Y muchos ya preparan el terreno para obligarle a convocar un congreso para relevarle. Sánchez, sin embargo, pretende adelantarse a esos movimientos con cambios en los liderazgos de algunas federaciones territoriales con las que ha mantenido más desencuentros. Para desactivar posibles artífices de un golpe.

Tres de los barones a los que tiene en el punto de mira son Ximo Puig, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara -aunque en este último por la presión interna del PSOE de Extremadura-. En el pack de renovación también podría incluirse al andaluz Juan Espadas. La riojana Concha Andreu, la balear Francina Armengol y el canario Ángel Víctor Torres podrán seguir por el momento en sus cargos orgánicos. En estos últimos dos casos, sin embargo, Sánchez ya ha movido ficha con Marc Pons y Héctor Gómez para un relevo a medio plazo. Ni Armengol ni Torres están dispuestos a participar en una operación para hacer caer al secretario general.

Sin un ápice de autocrítica en el último Comité Federal, el único tras esa derrota en las urnas, Pedro Sánchez lanzó a su aparato contra los barones más críticos. La presidenta de este órgano, la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, les pidió «no ser tontos útiles de la derecha».