Sánchez dimitirá para salvar el Gobierno de Murcia: «Si yo soy el obstáculo, me voy»

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Pedro Antonio Sánchez. (Foto: EFE)

Pedro Antonio Sánchez ya está dispuesto a dar un paso atrás en la crisis que vive la gobernabilidad de la Región de Murcia. Según fuentes del PP, el todavía presidente tiene previsto dimitir si, como ya se da por hecho en el Partido Popular murciano, advierte que la moción de censura presentada por el PSOE va a salir triunfante del debate y la votación previstos para este miércoles y jueves 5 y 6 de abril. «Si yo soy el obstáculo, me voy», ha advertido el presidente a su entorno más cercano.

En la sede central del PP, en la calle Génova 13 de Madrid, se sigue apoyando con firmeza la presunción de inocencia de Sánchez, a quien avalan los archivos hasta ahora de 15 de las 16 denuncias y querellas que le ha interpuesto sobre todo el Partido Socialista desde que era alcalde de Puerto Lumbreras. «El ‘tripartito’ ya es una realidad», constatan fuentes populares consultadas por OKDIARIO, «y al acuerdo total entre el PSOE murciano y Podemos se ha unido Ciudadanos» para desalojar al presidente de su cargo.

Pero Sánchez ya ha decidido salvar el Gobierno de Murcia para su partido y tiene previsto renunciar a su cargo cuando vea de manera fehaciente que el partido naranja sigue adelante con su plan de apoyar al PSOE para que Rafael González Tovar sea investido tras la votación de la moción.

En el PP no salen de su asombro con la actitud tomada por los de Albert Rivera, que han ido cambiando de postura en los últimos días, primero poniendo un plazo que venció el día 27 de marzo —en la confianza de que el juez del llamado ‘caso Auditorio’ habría resuelto sobre la imputación formal de Sánchez—, después insistiendo en que sólo apoyarían una moción de censura que conllevara una convocatoria inmediata de elecciones y, más tarde, aceptando el señuelo socialista de que se instaure «un gobierno técnico» durante seis meses que saque adelante una reforma del Estatuto y de la ley electoral murcianos antes de que se sustancia la convocatoria electoral.

La situación procesal, intacta

Pedro Antonio Sánchez acudió el pasado 6 de marzo al Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJMU) a declarar como imputado por los presuntos delitos de prevaricación continuada, fraude contra la administración pública, falsedad en documento oficial y malversación de caudales públicos. Estaba citado por el instructor del caso Auditorio, Julián Pérez-Templado.

Las diligencias abiertas se refieren al proyecto, adjudicación y recepción de las obras de dicha instalación en Puerto Lumbreras cuando Sánchez era su alcalde. El magistrado aún no ha decidido si sobresee la causa o insta al procesamiento de Sánchez, y éste es el motivo por el que se mantiene la crisis de gobernabilidad en Murcia, ya que C’s insiste en que el presidente comprometió su «dimisión» si era imputado al tiempo que él insiste en que aún no se ha dado al «imputación formal», es decir, la apertura de juicio.

Además, en la mañana de este lunes, el juez Eloy Velasco, que instruye el caso Púnica, ha instado al Tribunal Superior de Justicia de Murcia a que investigue a Pedro Antonio Sánchez, por tres delitos de fraude, cohecho y revelación de información reservada. Todo, admitiendo el auto que los servicios de «mejora de la reputación online» que serían constitutivos de esos tipos penales no llegaron a prestarse y, en consecuencia, no fueron pagados con dinero público.

Una posición «preocupante»

De modo que, por mucho que el magistrado Velasco haya emitido ese auto, Sánchez no ha visto cambiada «su situación procesal», como han remarcado las fuentes del PP consultadas, razón por la cual no planteaba dimitir por este nuevo aldabonazo. No obstante, en la sede nacional popular se admitía ya en en mediodía del lunes que la situación se tornaba “preocupante”.

“Es muy complicado”, sostenía un dirigente popular presente en el Comité Ejecutivo celebrado en Madrid y al que no acudió Sánchez para preparar su discurso para el debate de la moción de censura. Según fuentes presentes en el cónclave, tampoco se hizo mención al asunto.

Pero con el paso de las horas la situación ha cambiado. En el PP ya se da por hecho que Ciudadanos está abandonando definitivamente su acuerdo de legislatura con los populares y la aritmética parlamentaria en Murcia es clara: el PP cuanta con 22 diputados y el ‘tripartito’ tendría 23. Así que Sánchez ha decidido hacer un servicio al partido y corresponder al apoyo «incondicional» de Mariano Rajoy con un gesto «personal» que no haga su formación perder el Gobierno.

De hecho, los populares cuentan con que aún hay tiempo para recuperar el ‘plan A’ de Ciudadanos: reconocer que «el PP fue el partido más votado» y que, por ello, le corresponde liderar el Gobierno, así que dan por hecho que la formación naranja cumplirá con su palabra dada: «si el PP retira a Sánchez y presenta otro candidato, el acuerdo para seguir con la legislatura es inmediato».

Así, el pasado viernes, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, coincidieron en que la decisión del PP de mantener a Sánchez era «irresponsable». «Lo lógico sería que el PP acabara poniendo a otro candidato». Eso mismo es lo que prevé facilitar en estos días Pedro Antonio Sánchez, quien sacrificará su puesto a pesar de que la Justicia aún no ha hablado «por el bien de los murcianos» y «del partido».

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