Pastelerías catalanas venden urnas del 1-O como monas de Pascua para financiar la ‘república’
Los comerciantes independentistas en Cataluña no descuidan la oportunidad de hacer negocio y con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, se están vendiendo en pastelerías unos dulces muy particulares: a las tradicionales monas de pascua de chocolate les han dado forma de urna como las utilizadas en el referéndum ilegal del 1-O.
Una iniciativa que además pretende ayudar a recaudar dinero para los golpistas y sus actividades ilícitas. La Pastelería Lleonart, sita en el pueblo de San Celoni (Barcelona), las publicita así: «Hemos hecho urnas, el precio son 45€, y de cada una irán 10 euros a la caja del gobierno de la república. Muchas gracias».
Según una costumbre que data del siglo XV, cada Domingo de Resurrección y el lunes de Pascua, muchos catalanes compran y regalan este manjar de chocolate. La mona de Pascua es un pastel de chocolate decorado con todo tipo de elementos de repostería. Y que entre sus numerosas formas este año se oferta con la urna que los golpistas han convertido en uno de sus logos.
El dulce para la ‘causa’ que venden los independentistas es una urna, hecha con chocolate blanco y la tapa en chocolate negro, el mismo que el maestro respostero ha utilizado para dibujar el escudo de la Generalitat de Cataluña en uno de sus lados.
Papeletas del 1-O y chocolatinas
Para que no falte detalle, la mona de Pascua del separatismo va acompañada por un dulce en forma de sobre (y que semeja las papeletas introducidas en la consulta fraudulenta y que prohibiera el Tribunal Constitucional) y adornada por un lazo amarillo. El mismo símbolo con el que los golpistas reivindican al expresidente prófugo Carles Puigdemont y al resto de responsables del golpe huidos o encarcelados.
Las monas de Pascua como guiño al 1-O no son los únicos pasteles inspirados en el independentismo que se han elaborado estos últimos meses. Ya el pasado septiembre, y a un mes del referéndum ilegal, una tienda de la localidad de Berga vendía chocolatinas con forma de papeleta. Los dulces incluían la pregunta “¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?” en catalán, castellano y aranés, y las casillas para marcar “sí” o “no”, con el mismo diseño que las papeletas que se utilizaron en la consulta separatista.