Traspaso Cercanías Cataluña

Otro «cambio de opinión» de Sánchez: hace 6 meses no veía posible ceder Cercanías a la Generalitat

En mayo negó que fuera posible pasar el servicio íntegramente a Cataluña

Sánchez Cercanías Cataluña
Raquel Sánchez, en un reunión
Rafael Molina

El Gobierno ha vuelto a contradecirse a sí mismo. La amnistía no es la única medida que los socialistas antes negaban y ahora abrazan. Este jueves, el Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez ha traspasado al Gobierno catalán el transporte de Cercanías en Cataluña, conocido como Rodalíes, a pesar de que en mayo negó que fuera posible convertirlo íntegramente en un servicio de la autonomía.

Raquel Sánchez, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, rechazó el traspaso integral de las competencias hace siete meses en una entrevista para La 2 y Ràdio 4:»No es posible». La ministra justificó esta respuesta en que los trenes que utiliza Cercanías, lo hacen por toda España, no solo en esa autonomía: «La Generalitat lo sabe», puntualizó Raquel Sánchez.

La titular de la cartera de transportes expresó sus dudas sobre las razones por las que el Gobierno catalán quiere quedarse con Cercanías: «No entendemos por qué se empeña en el traspaso integral y no firma el contrato que dice cuáles son las condiciones para ambas partes”.

Además, la ministra del Gobierno de Sánchez aprovechó la entrevista para achacar a la Generalitat la falta de compromisio en el cuidado de las insfraestructuras de Cercanías en Cataluña. Días antes de esa entrevista, tuvo lugar una avería de la línea R2 Sur, y al ser preguntada por ese incidente, dijo que la Generalitat «no cumple», a pesar de que era la titular de la gestión y coordinación del servicio «desde el 2010, debería saberlo», espetó Sánchez.

Acuerdo para investidura

A pesar de las declaraciones de la ministra, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el PSOE han llegado este jueves a un acuerdo para el «traspaso integral» de Cercanías a la Generalitat. Una reclamación que Ferraz ha concedido a ERC a cambio de sus votos afirmativos a la investidura.

La entrega de Rodalíes se convirtió en una de las peticiones más importantes para ERC. La solicitud no es nueva, ya llevaba tiempo pidiéndose por parte del Ejecutivo catalán. Denunciaban que se estaba produciendo la «desinversión» del Gobierno central mientras que los de Junqueras proponían una «financiación fija cada año». También se quejaban de que existía un «mal servicio» a los catalanes.

Lo que reclama ERC es la titularidad de la infraestructura. Hasta ahora, la gestión ferroviaria era competencia de ADIF y de Renfe. Cuando Rodalíes pase a ser íntegramente de la Generalitat, podrán escoger la cantidad de dinero que se invierte y el modo en el que se hace, lo que incluye las gestiones de las vías y las operaciones.

Críticas por el traspaso

Las críticas no se han hecho esperar y el Partido Popular ya ha mostrado su rechazo. Elías Bendodo, coordinador general del PP, ha denunciado que el PSOE ha vuelto a «desdecirse» en sus «políticas, compromisos y principios».

El diputado popular ha escrito un mensaje en sus redes recalcando «la capacidad del Gobierno de Sánchez para cederlo todo». Y ha añadido que «sólo es superada por su capacidad de desdecirse de sus políticas, compromisos y principios».

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