De Orleans niega ser el testaferro del Emérito pero sale al quite para desmentir los pagos a Doña Sofía

Excusatio non petita, accusatio manifesta… La frase en latín, que remite a todo aquel que se disculpa de una falta sin que nadie se lo haya pedido, le calza como un guante a Álvaro de Orleans-Borbón, el primo de Juan Carlos I, que una entrevista no apta para diabéticos en el digital sanchista El Español ha salido a desmentir este viernes las informaciones de OKDIARIO sobre la Reina Sofía y la Fundación Endaxi, una offshore constituida en Vaduz (Liechtenstein) en marzo de 2006, de la que él es primer administrador. De Orleans defiende que Endaxi, la offshore mediante la cual la Reina recibía dinero de Juan Carlos I, nunca operó y se disolvió en julio de 2017.

«La reina Sofía no tiene absolutamente nada que ver con la Fundación Endaxi. Nunca ha sido beneficiaria de esta fundación y jamás ha recibido dinero de ella. Ni la reina ni nadie, porque Endaxi nunca fue activada», afirma De Orleans-Borbón.

Lo primero que llama la atención es que sea De Orleans-Borbón quien salga al quite de estas informaciones cuando él mismo ha sido señalado por Anticorrupción como uno de los testaferros que ocultó las comisiones de Juan Carlos I en cuentas de bancos suizos y en paraísos fiscales.

Su credibilidad es nula, más cuando los extractos de las cuentas de la fundación de Juan Carlos de la que De Orleans es titular constatan que los testaferros Arturo Fasana y Dante Canonica transfirieron de manera opaca fondos a la Reina Sofía y otros familiares, según los investigadores.

¿Qué credibilidad puede tener el primo del rey para salir a dar desmentidos cuando en los movimientos bancarios aparece Fondation Zagatka como la matriz de todo el entramado económico siendo él el administrador de la fundación con la que se costearon vuelos privados del Emérito por valor de ocho millones de euros?

¿Qué sentido tendría contratar a dos expertos en ocultar el rastreo de bienes como Fasana y Canonica para fundar un offshore para luego dejarla morir para sustituirla por la Fondazione Internazionale Sportiva Aeronautica? El sentido no podría ser otro que camuflar los pagos que delataban la vida de lujo de Juan Carlos I borrando el rastro del dinero.