España

Operación de la Guardia Civil contra el Yihadismo en Vitoria: una mujer detenida

Una mujer ha sido detenida en Vitoria, tras descubrir que hacía labores de captación para convertir a la gente al Islam. Los hechos se han producido la mañana del martes 26 de septiembre, durante una operación contra el Yihadismo que ha tenido lugar en Vitoria, y que todavía continúa abierta, según informan fuentes de la investigación.

Al parecer, durante la investigación que desarrolla la Guardia Civil, se observó que una mujer, de nacionalidad española pero convertida al Islam, llevaba a cabo labores de captación. La operación contra el Yihadismo ha tenido lugar en el barrio de Zabalgana de Vitoria (País Vasco), donde se han desplegado varias dotaciones de la Guardia Civil. Así lo indicaban en redes sociales: «Operación de la Guardia Civil contra el Yihadismo en Zabalgana (Vitoria). En estos momentos, la Guardia Civil registra un piso de una vivienda en una operación relacionada con el Yihadismo».

Redes yihadistas

Pese a que el fenómeno yihadista parece haber bajado de intensidad en los últimos años, con un descenso más que significativo de las acciones terroristas cometidas en Europa, la actividad de las redes de captación ha seguido estable.

Ejemplo de ello, relatan los expertos en materia antiterrorista, son algunas de las redes desarticuladas en el último año, cuya actividad y capacidad para reclutar jóvenes ha sorprendido a los investigadores. Entre los reclutadores hay un perfil concreto: el del yihadista radicalizado en prisión que, tras salir de la cárcel, inicia una labor de captación y difusión de mensajes vinculados al Daesh -o a otros grupos terroristas islámicos-.

El pasado mes de octubre, 11 personas fueron detenidas en Melilla, Granada y Marruecos por integrar una red de captación que buscaba jóvenes para enviarlos a Siria o a Irak e incitarles a cometer un atentado.

Hace unos meses, un grupo de captación comenzó su labor difundiendo propaganda yihadista por internet y terminó organizando fiestas para jóvenes, en las que llegaban a reunir a medio centenar de chavales para lanzarles sus consignas y terminaban los encuentros entonando cánticos típicos de los suicidas yihadistas, denominados nasheeds.