España
Fiscalía General del Estado

La nueva fiscal general agitó el ataque al Supremo por investigar a García Ortiz tras la filtración

Teresa Peramato ha mostrado su crítica al proceso contra su predecesor por revelar datos del novio de Ayuso

Teresa Peramato, designada por el Gobierno para sustituir a Álvaro García Ortiz en la Fiscalía General del Estado, mostró su rechazo a la investigación abierta por el Tribunal Supremo a su antecesor por la revelación de información confidencial de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. García Ortiz ha sido condenado a dos años de inhabilitación por un delito de revelación de secretos.

Peramato no ha expresado públicamente esta crítica, pero su afinidad con García Ortiz y su rechazo al procedimiento judicial contra él se revela a través de algunas de sus publicaciones en redes sociales.

En concreto, el 11 de mayo del año pasado la próxima fiscal general retuiteó un artículo periodístico con el titular: «Miguel Ángel Rodríguez filtra una noticia falsa, la Fiscalía la desmiente y los tribunales investigan… a la Fiscalía». En el mismo, se acusaba al jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid de «intoxicaciones» y se denunciaban supuestas «maniobras» con el novio de Ayuso. «La siguiente maniobra de Ayuso, Rodríguez y González Amador es perseguir a la Fiscalía por revelación de secretos», se anticipaba en el texto, publicado en Eldiario.es.

El Tribunal Supremo, cabe recordar, condenó la semana pasada a García Ortiz por «un delito de revelación de datos reservados, artículo 417.1 del Código Penal a la pena de multa de 12 meses con una cuota diaria de 20 euros e inhabilitación especial para el cargo de Fiscal General del Estado por tiempo de 2 años, y al pago de las costas procesales correspondientes incluyendo las de la acusación particular». La multa asciende a 7.200 euros.

Además, el Supremo recuerda que el Código Penal establece que «la autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban ser divulgados, incurrirá en la pena de multa de doce a dieciocho meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años».

La Sala también impuso al ex fiscal general una indemnización a González Amador de 10.000 euros por responsabilidad civil.

Teresa Peramato es afín tanto a García Ortiz como a su predecesora, Dolores Delgado. Ambos la promocionaron. Primero como fiscal de Sala contra la Violencia sobre la mujer. Después, como jefa de Penal de la Fiscalía del Tribunal Supremo.

«Independiente»

Pedro Sánchez ha elogiado este miércoles a la próxima fiscal general, a la que ha calificado como «una mujer de dilatada trayectoria, reconocida, independiente y rigurosa».

El nombramiento de Peramato ha provocado suspicacias en el Partido Popular y Vox. El secretario general de los populares, Miguel Tellado, ha advertido que «lo importante no es a quién nombra, sino quién lo nombra», recordando que Sánchez «nombró a su fiscal general del Estado para delinquir», en alusión a García Ortiz.

«Sánchez ha querido seguir siendo presidente porque necesitaba instituciones del Estado para defender a su Gobierno, su partido y su entorno personal», añadió este martes, avanzando que el PP recibe el nombramiento «con cautela, porque lo importante es saber si Sánchez sigue creyendo que la Fiscalía va a seguir siendo usada políticamente como con García Ortiz».
Por su parte, Santiago Abascal también ha mostrado su desconfianza. «No le doy un voto de confianza a la nueva fiscal, es una propuesta de Sánchez y son una mafia…», ha manifestado el líder de Vox.

Contraria a la dimisión

A través de sus redes, Peramato difundió además una nota informativa de los vocales del Consejo Fiscal Santiago Mena y Yolanda Ortiz, en la que se manifestaban ya el año pasado en contra de la dimisión de García Ortiz.

«La nota aclaratoria de la Fiscalía General del Estado no reveló secreto alguno porque estaba ya todo publicado. No existe, pues, viso delictivo en la explicación dada a la ciudadanía», convenían estos fiscales. Y añadían: «Que el fiscal general dimitiera por una nota conforme a Derecho y a partir de una filtración de origen completamente desconocido sería un acto de irresponsabilidad que contribuiría al debilitamiento de los cimientos de esta institución. No podemos estar a merced de cualquiera que quiera denunciarnos con el fin de apartarnos de nuestra función». «Querer desbancarlo a él por un motivo tan espurio es querer desbancarnos al resto».