España

Montero se queja ante Educación para enseñar las «diversas identidades de género» a niños de 6 años

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, se quejó ante el Ministerio de Educación -que dirige Pilar Alegría (PSOE)- al considerar insuficiente la materia de «educación sexual» que se implantará a partir del próximo curso en Primaria. Según Montero, dicha materia debía ser «integral», mucho más amplia, e incluir, entre otros, contenidos sobre «orientaciones sexuales e identidades de género diversas».

Así se recoge en el dictamen elaborado por el Consejo de Estado sobre el real decreto, que fue aprobado recientemente por el Consejo de Ministros. Entre las observaciones a la iniciativa de Educación figura la de Irene Montero, que considera que los niños de entre seis y 12 años deben estudiar «educación sexual integral» lo que incluye «cuestiones no sólo vinculadas con la reproducción, la menstruación o las infecciones de transmisión sexual» sino contenidos «como el reconocimiento y cuidado del propio cuerpo y el respeto por los cuerpos ajenos, el reconocimiento de la perspectiva de género, el respeto por las diversas orientaciones sexuales e identidades de género diversas, así como la afectividad como eje vertebrador».

Así, el dictamen da cuenta de cómo el pasado 27 de enero «la Secretaría General Técnica del Ministerio de Igualdad informa que conviene introducir en el proyecto mejoras en materia de educación sexual integral».

«La educación sexual integral supone un claro elemento preventivo, no sólo de infecciones de transmisión sexual o embarazos no deseados, sino que es un elemento preventivo de violencias en general y de violencia de género en particular (ya que dentro de ella deben trabajarse aspectos vinculados con la igualdad de género, los límites, el respeto, el cuidado, el autoconocimiento, estereotipos sexistas, masculinidades y feminidades no hegemónicas…), así como de violencias LGBTIfóbicas», afeó el Ministerio.

Incluir la «educación sexual integral» en las aulas es una de las ambiciones del Ministerio de Igualdad. De hecho, así se recoge en la reforma de la ley del aborto que prepara este departamento. En las últimas semanas, distintos representantes del Ministerio, entre ellos Montero, han enfatizado la necesidad de incluir estos contenidos en el currículo educativo de forma obligatoria, «con independencia de los padres y del colegio en el que estudien» los pequeños.

El currículo del Ministerio de Educación recoge que la educación afectivo-sexual, además de «el conocimiento sobre el cuerpo y los riesgos para la salud» son «elementos imprescindibles para el crecimiento, el desarrollo y el bienestar de una persona sana en todas sus dimensiones: física, emocional y social».

Polémicas

El Consejo de Estado da cuenta, asimismo, de las aportaciones de otros departamentos, como Interior, que reprochó que «en el proyecto no hay referencia alguna al terrorismo, a las víctimas o a la prevención de la violencia».

«Se considera necesario incluir en el texto del proyecto el estudio de los derechos humanos, el rechazo a la violencia terrorista, la prevención del terrorismo y el respeto y consideración a las víctimas del terrorismo, en aras de lograr un aprendizaje integral y de desarrollo personal en el fomento de los derechos humanos y la prevención de la violencia», se destacó desde el Ministerio de Grande-Marlaska.

El currículo de Primaria ha generado polémica por distintos asuntos, como la enseñanza de las Matemáticas con «sentido socioemocional» o el «enfoque de género» en todas las asignaturas. Además, se incluye la materia de Educación en Valores Cívicos y Éticos y se aumentarán las horas en asignaturas de ciencias en detrimento de la Religión.

En la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, la primera de las competencias específicas se orienta al reconocimiento de la diversidad lingüística y dialectal del entorno y de España y no al conocimiento del español.