Mónica García comparece este viernes en el Congreso donde defenderá la regulación del cannabis
La ministra de Sanidad pretende regular el cannabis mientras penaliza el consumo de tabaco
La ministra de Sanidad, Mónica García, comparecerá este viernes en la Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados donde expondrá, entre otras cosas, su visión sobre la regulación del cannabis en España. En este sentido, OKDIARIO publicó en mayo de 2022 que Más Madrid, formación que lideraba en aquel momento Mónica García, insistía en sacar iniciativas para regular esta sustancia. Inclusive anunció una Proposición no de Ley (PNL) en la que instaba al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a pedir al ejecutivo de Pedro Sánchez que realice una «regulación responsable en adultos del cannabis».
En esa iniciativa, los de Mónica García recordaron que el actual marco «prohibicionista» de esta droga en España se sustenta «en una normativa aprobada por Franco en los años 60» que, aseguraron, «facilita el acceso de los menores al cannabis al no existir ningún tipo de protección que lo impida, toda vez que el mercado es mayoritariamente en negro».
Más Madrid indicó en la exposición de motivo de esta PNL que uno de los motivos por lo que se inclina a «optar por una regulación integral del cannabis en adultos» es la «ineficacia de la legislación actual a la hora de limitar la oferta ilegal y el consumo, especialmente entre los menores». «El prohibicionismo no es capaz de presentar un solo indicador positivo, al contrario, provoca el aumento de los negativos», afirmó.
Por otra parte, la filial madrileña del partido de Iñigo Errejón considera también que el cannabis debe regularse por «motivos de salud pública y de defensa de las libertades» porque, esgrimen, «una persona adulta tiene que dejar de ser criminalizada y discriminada si decide ser usuario de cannabis».
Según Más Madrid, la mayoría de la población -más de un 60% de acuerdo con un estudio de EDADES- considera que «actualmente resulta fácil o muy fácil conseguir cannabis, lo cual puede ayudar a entender por qué regular el cannabis no supondría ningún cambio brusco en la convivencia ciudadana ni animaría a incrementar su consumo».
Además, en su PNL la formación destacó las ventajas económicas y laborales que supondría la legalización del cannabis. «Pero la regulación del cannabis, además de garantizar las libertades de los usuarios adultos y de dotar de mejores herramientas para prevenir y proteger a los menores de su acceso, representa también una oportunidad económica para generar empleo y aumentar los ingresos públicos», esbozó.
Durante el debate parlamentario para votar esta propuesta el diputado de Más Madrid, Jorge Moruno, defendió que quieren que se regule el cannabis en adultos «para proteger mejor a los menores, para garantizar la salud pública y las libertades de los adultos y para reducir el negocio del mercado negro». En su intervención admitió que resulta perjudicial para la salud, especialmente para los menores, pero recalcó que no es «más perjudicial que otras drogas legales como el alcohol».
«Ya hay a día de hoy una mayoría social de españoles que apoya la regulación integral del cannabis pero desgraciadamente algunos partidos no están a la altura de los españoles. La cuestión no es si el cannabis se consume o no se consume, la pregunta es quién lo regula: o lo hace el mercado negro como hasta ahora o lo hacen las instituciones», expuso.
En España, según un estudio publicado por la Universitat Autónoma de Barcelona de la que se hace eco Más Madrid en su proposición, la regulación de esta droga crearía 100.000 puestos de trabajos y unos ingresos vía impuestos de alrededor de 3.312 millones de euros al año, «a lo que habría que sumar el ahorro en el coste policial y judicial».
«Pero el impacto económico va más allá de la venta directa, dado que su efecto puede abarcar toda una serie de externalidades positivas que van desde la creación de grados universitarios, investigación, formación profesional, ferias, turismo rural, tratamientos e incluso una posible futura exportación», agregó.
Guerra contra el tabaco
La ministra de Sanidad, Mónica García, que quiere legalizar y regular el cannabis penaliza a la vez el consumo de tabaco equiparando el tabaco calentado con el tradicional. Además mediante un Real Decreto prohibió que el tabaco tuviera aromas, al tiempo que obliga a que en el etiquetado figuren las advertencias de que es perjudicial para la salud. Así se recoge en esta nueva normativa que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y relacionados con él.
Además, se amplía la prohibición de comercializar productos del tabaco con aroma característico o que contengan aromatizantes en sus componentes -como filtros, papeles para fumar, envases o cápsulas- o cualquier otra técnica que permita modificar el olor y/o sabor de los productos del tabaco, así como intensificar el humo a los productos del tabaco calentado. Además, los filtros, papeles y cápsulas no podrán contener tabaco ni nicotina.
Este decreto afecta sólo al tabaco calentado y no a todos los dispositivos de vapeo, aunque el Ministerio de Sanidad ya está trabajando en su regulación.
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