Miedo en Canarias por la avalancha migratoria: «Robaron a un chico y le metieron una paliza increíble»
Uno de los vecinos de La Laguna afirma que los inmigrantes ilegales han intentado robar en su casa varias veces
Los vecinos del municipio de La Laguna, en Tenerife (Islas Canarias), están viviendo un auténtico infierno debido a la llegada masiva de inmigrantes ilegales a las costas tinerfeñas. Este hecho ha sido denunciado por residentes de distintas poblaciones locales que se agrupan en torno al barrio lagunero del Rodeo Alto. Pozo de Los Baldíos, Residencial La Mina, Montaña la Mina, El Charcón, Camino Rodeo Alto, Camino Cernícalo y Camino la Rambla son algunos lugares donde sus habitantes tienen que convivir con un centro de ilegales abarrotado llamado Las Raíces.
Este campamento acoge a miles de inmigrantes que campan a sus anchas por las inmediaciones provocando el miedo de los lugareños con insultos, intentos de robo y palizas a jóvenes españoles. OKDIARIO ha recogido varios testimonios de personas que se han visto amenazadas por una problemática que el Gobierno de Pedro Sánchez se niega a solucionar. «Esto es un sinvivir. No puedes sacar la basura tranquilo, no puedes pasear con el niño, no puedes hacer absolutamente nada», confiesa un vecino que se muestra preocupado por el aumento de la delincuencia en la zona.
El mismo hombre afirma que han intentado acceder a su vivienda saltando la valla para robar fruta e incluso para intentar asaltar a su mujer. «A nosotros nos han saltado mil veces la valla para intentar robarnos fruta. Una vez mi mujer estaba tendiendo y un hombre la empezó a chistar e intentó saltar también la valla», explica.
Según los vecinos de La Laguna, los ilegales, muchos de los cuales proceden de Marruecos, Mauritania y Senegal, también se muestran muy violentos, llegando a repartir palizas a los jóvenes de la zona. «Una noche tuve que salir a la calle porque estaban robando a un chico y le metieron una paliza increíble», dice un lugareño.
«Esto parece un ‘gueto’»
Los vecinos de La Laguna, en Canarias, alegan que la situación es insostenible en todo punto, pues en algunos periodos el número de inmigrantes que viven en el campamento supera al de la población local. «Este verano hubo casi 3.000 inmigrantes y la población es de 2.500 habitantes», afirma una señora. «La sensación es de desbordamiento», asegura otro hombre, el cual dice que «la humanidad es con todos, no sólo con ellos».
Asimismo, la vicepresidenta de la Asociación de Vecinos de Rodeo Alto, María Inmaculada Díaz, explica que «no pueden ser solidarios con la ilegalidad». Además, denuncia que estas personas se benefician de una serie de ayudas al que no tienen acceso los ciudadanos de Canarias. «Agilizan las ayudas para ellos, mientras que los canarios tienen problemas hasta con la Seguridad Social», dice.
La sensación entre los tinerfeños es de miedo y desesperanza, porque no ven en qué momento el Gobierno central podrá atajar el problema de la inmigración. «Esto parece un gueto», lamenta uno de los vecinos.
Otros centros de inmigrantes
La situación en torno al centro de inmigrantes de Canarias no es la única insostenible que vive una comunidad española. El barrio de Carabanchel Alto, en Madrid, acoge desde hace unos meses a más de 1.200 inmigrantes ilegales que se encuentran acampados en el extremo noreste del Cuartel General Arteaga. Se alojan en una amplia sección de la base militar, fuertemente custodiada por un gran portón de metal y varias cámaras de vigilancia que apuntan a la calle Duquesa de Tamames.
La seguridad que ha implementado el Ministerio de Migraciones es tal que incluso se ha instalado una garita de seguridad dentro del recinto para visualizar quién entra y quién sale. OKDIARIO fue testigo el pasado mes de enero de la libertad de la que disfrutan estos ilegales que se pasean a placer por las calles de Madrid. «¡Viva Pedro Sánchez!», gritaban varios inmigrantes en agradecimiento al presidente del Gobierno por haberles alojado en España.
El barrio de Carabanchel, al sur de Madrid, ya era el más marcado por la presencia de inmigrantes antes de la decisión de Sánchez de llevar allí el nuevo macrocampamento. Actualmente, un 23% de su población es inmigrante, la zona con mayor ratio de toda la capital. Unas 50.000 personas.