La podemita del Falcon Crest murciano ocultó la piscina de su mansión al catastro para reducir el IBI

La podemita del Falcon Crest murciano, María Ángeles Moreno Micol, no declaró la piscina al catastro. La no declaración supone, como primera consecuencia, que ese bien —una piscina de 50 metros cuadrados— no computa a efectos de calcular el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y, por lo tanto, no se paga en el IBI correspondiente a ese inmueble.

La ficha catastral que hoy reproduce OKDIARIO muestra efectivamente que no aparece ni rastro de la piscina. Y la foto aérea que se reproduce refleja, evidentemente, que la piscina existe, es gigante y es de lujo.

Moreno Micol ha sido una activista en la lucha contra las construcciones ilegales y en la defensa de la huerta. Pero en este caso el legalismo ha quedado a un lado: la piscina no aparece en la ficha catastral y el IBI baja por no poder computar todos sus innumerables inmuebles.

Y es que la concejala de Podemos (Ahora Murcia) en el Ayuntamiento de Murcia y número dos de la formación morada, María Ángeles Moreno Micol, disfruta de un buen número de bienes: entre ellos, al margen de su impresionante y mejorada finca de más de 5.000 metros cuadrados, de un barco velero, un vehículo marca Mercedes, una moto BMW y 10 inmuebles en total.

Moreno Micol es una de las políticas de la formación morada que más lejos parece estar del público objetivo al que dice representar. Así, su declaración de bienes remitida al Ayuntamiento de Murcia en condición de concejala de la formación Ahora Murcia reflejaba el siguiente listado de propiedades. 
Para empezar, y en la parte de inmuebles: una “finca urbana tipo dúplex de 85 metros cuadrados”. Otra “finca urbana tipo vivienda de 112 metros cuadrados”. Además, la famosa finca estilo Falcon Crest con “vivienda unifamiliar de 201,60 metros cuadrados y 5.640 metros cuadrado con hipoteca” —en el documento al que ha tenido acceso OKDIARIO no especifica la cuantía de este préstamo—. Un “trozo de tierra” de 240 metros cuadrados.

El 25% de la “nuda propiedad” de un “local comercial” de 83 metros cuadrados, con la anotación de “herencia”. Otro 25% de otra “finca urbana” de 88,50 metros cuadrados, también procedente de una herencia. Un 25% más de una plaza de garaje también heredada. Un 25% adicional heredado de una vivienda urbana de 100 metros cuadrados. Un 25% de un solar urbano de 133 metros cuadrados —también procedente de herencia—. Y un tercio de otro “trozo de tierra” —como ella lo describe— que tiene la módica construcción dentro de “tres viviendas y piscina privativo”, “cónyuge por herencia”, según figura textualmente. Es decir, que en total acumula 10 inmuebles, uno de los cuales describe en su interior tres viviendas y una piscina.

Es de suponer, siguiendo las explicaciones de Pablo Iglesias e Irene Montero, que todas ellas serán para “vivir” y “no para especular”, porque en caso contrario estaría contraviniendo el dogma podemita.

Pero, además, aparecen en su descripción de bienes otros dos apartados. Uno, el de las cuentas corrientes, donde se describen “tres cuentas” sin especificar el dinero que hay en ellas. Y, dos, el de los vehículos, donde figura un “automóvil marca Mercedes Benz E 270”, una “moto marca BMW” y “una embarcación” de “recreo velero Arabel matrícula 7”. Este último barco es un velero de siete metros y un mástil amarrado para el disfrute en el Mar Menor.

Moreno Micol,además, ha mejorado de calidad de vida tras su llegada al cargo en 2015. A ella no le ha hecho falta comprar una casita de lujo en las afueras de la urbe porque ya la tenía. Pero el estado de su casa y finca no tenía nada que ver en el test del antes y el después de la llegada a su cargo político.

Porque su casa principal ha pasado de ser la típica casa vieja de pueblo a convertirse en una renovada y acomodada casita de lujo con piscina, avenida de acceso, jardines, escalinata de acceso, refugio, arboleda para no ver las fincas vecinas, etc.
 Moreno Micol, que siempre militó como defensora de la huerta de Murcia, no ha visto ahora problema en rehacer la casa talando árboles —como se puede apreciar en las fotos aéreas— para mejorar su estatus de vida.

La transformación se ha realizado en una gran finca de 5.640 m2 (4.483 m2 ocupados por árboles frutales de regadío), situada en el carril Mangui, en la Senda de Granada, una zona de huerta a pocos minutos del centro de la ciudad.