España
Inmigración ilegal

Marlaska echa ahora mano de un acuerdo que no cumple ni Marruecos para expulsar a los menas

El Gobierno reconoció en 2020 que desde 2007 no se había devuelto a ningún menor no acompañado al país vecino

Sin embargo, tras la entrada masiva de menores por la frontera de Ceuta, Interior esgrime un acuerdo ignorado durante más de una década

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La invasión de Ceuta, 3 meses después: sólo 124 marroquíes expulsados y 260 traslados a la Península

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

15 menores al día. Esa es la cuota que Marruecos ha exigido a España para ir recibiendo a los menores de edad que en el mes de mayo saltaron la frontera con nuestro país en Ceuta. A este ritmo en aproximadamente mes y medio el Ministerio del Interior habrá sacado de nuestras fronteras a los cerca de 700 menores que se encuentran literalmente atascados en la ciudad autónoma. El ministro Fernando Grande-Marlaska trata de justificar esta devolución masiva de menores no acompañados con un acuerdo firmado entre España y Marruecos, y aunque es cierto que el acuerdo existe, no es menos cierto que no se ha cumplido ni una sola vez desde el año 2007, que ahora se hace por mera cuestión de saturación en las ciudades autónomas y que pese a que en Canarias la situación de los inmigrantes ilegales es incluso mucho más duradera, allí no se ha implementado con la urgencia que hay ahora en Ceuta. Marlaska ha encontrado la excusa para vaciar Ceuta de menas.

Son varias las instituciones que se han enfrentado a Marlaska por su decisión de sacar a menores no acompañados de Ceuta a diario. Ni el Defensor del Pueblo, ni Fiscalía, ni organizaciones humanitarias ni siquiera los propios socios del Gobierno de Sánchez le dan el menor apoyo a Marlaska en la salida masiva de menas que ha activado en Ceuta.

El ministro ha querido justificar la medida asegurando que existe un marco legal que la respalda la polémica medida. Sin embargo, ese marco legal funciona ahora a conveniencia del ministro, ya que España lleva sin usarlo desde el año 2007. Y eso lo sabemos porque en 2020, los representantes de Ceuta en el Senado trasladaron una pregunta al Gobierno argumentando que no podían comprender que pese a la existencia de esta posibilidad los menas siguieran acaparando los ya por sí escasos recursos de acogida de Ceuta y por extensión de Melilla.

En aquella pregunta parlamentaria el Ejecutivo de Sánchez fue taxativo: “Desde agosto de 2007 no se ha repatriado a ningún menor marroquí a su país”. ¿Eso significa que no han llegado menores no acompañados a nuestro país? Nada más lejos de la realidad. Si se consultan los datos oficiales, los más fiables son los previos a la pandemia del Covid, en 2019 se registró en nuestro país la acogida de casi 12.500 menores no acompañados. En 2020 la cifra menguó por debajo de los 10.000. Los menores eran acogidos, tutelados y cuando cumplían la mayoría de edad el Estado ya no podía responsabilizarse de ellos y quedaban en la calle a la suerte de los recursos o habilidades que hubieran obtenido durante el tiempo de tutela.

En Canarias no se aplica

En ese caso el acuerdo con Marruecos siguió sin aplicarse. De hecho, ni siquiera se ha podido esgrimir en la crisis migratoria de Canarias, en la que los menas están siendo uno de los grandes problemas en las Islas por falta de recursos para gestionar su estancia lejos de la conflictividad que viene surgiendo en los centros en los que se encuentran acogidos.

En lugar de tirar del citado acuerdo bilateral con Marruecos, nacido fruto de una oleada de inmigrantes ilegales que quisieron salir de Marruecos cuando este país anunció la vuelta del servicio militar obligatorio, el gobierno de Sánchez dio luz verde a la repartición de menas entre varias provincias peninsulares y la estancia indefinida de los que se quedan en Canarias en centros de internamiento o apartamentos turísticos y hoteles.

Por esto sorprende que el Ejecutivo haya decidido cambiar radicalmente de estrategia con respecto a los menas de Ceuta, pero no es la primera contradicción en política migratoria protagonizada por el ministerio de Marlaska desde que estalló la crisis ceutí con los menas como protagonistas. A pie de valla pudimos ver cómo volvían las denostadas concertinas colocadas al final del espigón que marca la frontera natural en la playa del Tarajal para evitar la escalada de los marroquíes que nadaban desde el lado marroquí de la frontera. Ese mismo día, vimos como se practicaba algo ya presuntamente abandonado por Interior: las devoluciones en caliente. Y ahora se desempolva un acuerdo que nadie ha respetado en más de una década.

Las fuentes consultadas por OKDIARIO apuntan a que el tremendo fallo de seguridad que supuso la llegada masiva de miles de marroquíes hasta la frontera sin ser detectados y sin ordenar el lógico refuerzo policial y la saturación de los recursos de la ciudad autónoma de Ceuta son los motivos de este envío diario de menores a Marruecos.

Las ciudades de Ceuta y Melilla tienen plazas limitadísimas de acogida para inmigrantes ilegales en general y mucho más para menores. En el caso de Ceuta, la capacidad de acogida de menores de edad no acompañados apenas llega a la centena de plazas, y eso que ya han derivado a muchos menores a otras comunidades autónomas, más de 100, así que poder absorber a los 700 que permanecen en la ciudad tras la crisis migratoria es misión imposible. Ahora más que nunca al Gobierno, al menos a una parte, y a Marlaska les conviene defender un tratado de devolución de menas al que no le habían hecho ni caso desde 2007.