España

Maestre dice que juzgarla a ella «es una decisión política» y señala al capellán de la Complutense

Rita Maestre nunca tuvo «inclinaciones políticas». Pero se ‘convirtió’ en la Universidad. Se encontró con «esas movidas» y «un ambiente de ebullición» que le llamó la atención y decidió implicarse «en el activismo». Y, de repente, se vio en una capilla en la que se gritaban consignas contra la Iglesia, la religión y su «injerencia» en la vida pública… «Yo me limité a quedarme mirando y a flipar con aquello», asegura. «Pero vinieron a por mí».

La portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento aprovecha las páginas del diario El País de este jueves para dictar una especie de diario de una perseguida política. Porque así es como dice sentirse. Y encuentra hasta culpables entre sus fantasmas, delatores como en las películas de espías, o en esa Venezuela que su partido venera.

«Intuí que venían a por mí», dice ufana. «Había cierto revuelo con el tema y las mujeres de la protesta estábamos paranoicas», admite. Y cuando se presentó la querella y la policía llamó al telefonillo de su casa lo entendió. Eso sí, tuvo la precaución de no recibir a los agentes en paños menores: «antes de abrir la puerta, yo ya estaba vestida».

Rita Maestre es juzgada por un presunto delito contra los sentimientos religiosos cometido al manifestarse con el torso descubierto en la capilla de la Complutense en 2011, por el que el fiscal pide que se la condene a un año de cárcel.

El Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid juzga a Maestre y a Héctor Meleiro, que figuraba en la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid y para quien también se solicita un año de prisión. Ambos entraron el 10 de marzo de 2011 a las 11:30 horas en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense “guiados por el ánimo de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y de todo el colectivo católico”, según el escrito de acusación del fiscal, que pide para ellos una pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.

Según su relato, todo tiene una explicación. Ella fue señalada. «Claramente hubo una decisión política por parte de la gente que nos acusaba», dice después de dejar claro que quienes presentaron la querella lo hicieron por motivos ideológicos: «son Manos Limpias, Alternativa Española y el Centro Tomás Moro (de orientación conservadora cristiana)».

¿Y quién fue quien la marcó «para que la acusación se centrara» en la dirigente podemita en Madrid? «El capellán de la Complutense iba a clase de Políticas conmigo. Era muy conservador, discutíamos muchísimo», pero siempre con educación: «yo era la única que le saludaba por los pasillos».

De cualquier manera, Maestre no está muy preocupada. Admite que se pondrá «nerviosa» y que necesitará el «calor» de sus «amigas y familiares», pero le da lo mismo que la condenen: «¿Qué puede pasar? Que me condenen. Me piden un año de cárcel. No lo cumpliría».

Aunque lo que más desea «es que esto acabe».