España
LA BÚSQUEDA DE ANTONIO DAVID

La madre del chico desaparecido en Morón de la Frontera da nuevas pistas sobre dónde se deshizo de él

Fuentes policiales aseguran que cuando ha estado algo estabilizada de su grave enfermedad mental “ha dado algún dato coherente”

Después de haber buscado al chico de 15 años con perros cerca de Cuatro Vientos, ahora la búsqueda se centra en Valdemingómez

Los investigadores asumen que Antonio David y su silla eléctrica de gran dependiente están en dos lugares diferentes

La madre que admitió haber matado a su hijo discapacitado dice ahora que «se le murió» de fiebre en casa

La madre del menor con discapacidad desaparecido arrojó su móvil a un contenedor de basura en Sevilla

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  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

No hay peor escenario posible para buscar un indicio criminal que un vertedero de basura, pero si encima es uno de los más grandes de Europa, como el centro de tratamiento de residuos de Valdemingómez en Madrid, la dificultad es mayor aún. Si, para colmo, la búsqueda es de un gran dependiente de 15 años y la informadora es su madre, presunta autora de su desaparición, quien sufre una grave enfermedad mental, el reto policial es ímprobo. En medio de todo este caos, Macarena, madre de Antonio David, el joven desaparecido, ha tenido un momento de cierta coherencia en las últimas horas que ha ayudado en algo a los agentes que buscan al chaval desde que juntos se marcharon de Morón de la Frontera, en sevilla.

La Unidad de Atención a la Familia y la Mujer de Madrid, la UFAM, dirige y controla una de las investigaciones policiales más complicadas de los últimos tiempos. Pese a que ha habido hitos de interés en tres provincias diferentes, es Madrid quien marca los tempos y quien aglutina y administra toda la información del caso. Esa cautela es normal si se atiende a la vulnerabilidad del protagonista de la historia, Antonio David, un menor de edad gran dependiente que necesitaba a su madre para todo, desde comer hasta mantener su higiene personal, y esa mujer esa ahora la sospechosa de haberlo hecho desaparecer el 12 de septiembre.

Macarena abandonó su casa en Morón de la Frontera con su hijo a bordo del vehículo adaptado en el que lo llevaba habitualmente. Nadie los vio hasta Talavera de la Reina, cuando se detuvo en un hotel a descansar unas horas. Fue allí cuando un empleado asegura haber visto al chaval por última vez, pero no fue capaz de precisar si vio a Antonio David dormido o lamentablemente ya sin vida. Lo siguiente fue un brote de la grave enfermedad mental de Macarena en una gasolinera de Segovia, donde la mujer fue atendida y detenida por la desaparición de su hijo, del que desde entonces no hay ni rastro.

Desde ese día el trabajo policial ha sido tan incansable como infructuoso, al menos de cara a la galería y en lo crucial, que es encontrar al chaval, pero aun así OKDIARIO ha tenido conocimiento de determinados avances. Uno de los más importantes es que a la madre se le ha logrado estabilizar lo suficiente como para que haya aportado determinados “datos coherentes que han centrado el trabajo”, explican fuentes cercanas al caso. Esos datos respaldan la búsqueda en Valdemingómez y el convencimiento de que la mujer se ha deshecho de su hijo y de la pesada silla de la que se valía en dos puntos diferentes, pero ambos en la zona sur de Madrid.

Información esperanzadora

Pero la información aportada por la madre pese a ser esperanzadora también se toma con mucha cautela porque en los días que dura la investigación también ha habido pistas falsas y graves frustraciones. Una de ellas se produjo durante el fin de semana posterior a la desaparición del chico. Los investigadores creyeron haber obtenido información fiable que les hizo autorizar una búsqueda con perros policía en las inmediaciones de Cuatro vientos, al sur de Madrid, cerca de la carretera A5.

Lamentablemente, de aquella búsqueda no se obtuvo ningún resultado. Algo similar ocurrió con otra diligencia autorizada por el juzgado para que la madre orientara a la Policía en los lugares de interés para la investigación. Tampoco funcionó ya que el frágil estado mental de la mujer la bloqueo haciendo inviable ninguna gestión policial.

Pese a esos precedentes la última aportación de Macarena ha sido valorada como “creíble” por los investigadores consultados por este periódico, pero que esa versión pase por el vertedero de Valdemingómez no es una buena noticia. Pese a que el lugar se ha modernizado en los últimos años, por eso entre otros motivos se descarta allí la presencia de la silla que de llegar a las fases de clasificación de residuos se habría detectado, se trata de un inmenso escenario de búsqueda en el que los policías tienen que revisar la posible existencia de cualquier indicio que lleve a Antonio David.

Y no sólo buscan su cuerpo. Su ropa, objetos personales, accesorios de su silla como correas o arneses. Cualquier elemento que lleve a la resolución de un caso cuya clave está en la mente de una madre enferma incapaz siquiera de decir qué hizo con el cuerpo de su hijo y dónde puede la Policía encontrarlo.