España

Llop equipara la gestación subrogada a la «trata de humanos»

La ministra de Justicia, Pilar LLop, ha aprovechado para avivar la polémica generada sobre la «gestación subrogada» este lunes para señalar que es un «eufemismo», equiparándola a la «trata de humanos, la violación de los derechos humanos, de los derechos sexuales de las mujeres y los derechos de los niños» durante el acto de inauguración del nuevo edificio de los juzgados en Segovia, al que ha asistido junto con la alcaldesa socialista Clara Martín.

Las aseveraciones de Llop continúan apuntalando el asedio por parte del Gobierno socialcomunista a Ana García Obregón tras su anuncio de tener una hija a través de este método, debido a sus 68 años, entre otras razones, y otras mujeres que optan por ser madres mediante esta vía de gestación. En las mismas declaraciones, Llop ha querido avanzar que se está trabajando en un anteproyecto de ley que recogerá nuevas formas de trata de seres humanos.

«La trata de seres humanos es un fenómeno criminal que atenta contra todos y cada uno de los derechos fundamentales de una persona, contra su vida, su salud, su salud sexual y reproductiva, contra su libertad, su honor… es un crimen horrendo», ha subrayado la ministra socialista, cuyo partido ha empezado a explorar cómo poner trabas a las familias que optan por esta manera de gestación, entre las que se encuentran, además, impedir que los padres puedan inscribir en el Registro a sus hijos gestados de esta forma fuera de España.

En su intento de criminalizar esta opción de gestación, LLop ha explicado que se trata de tipificar nuevas formas de trata, como la servidumbre o la esclavitud, y «va más allá de la persecución del delito», ya que se aborda la protección de los derechos de las víctimas, por lo que es «un texto integral que aborda todo lo que tiene que ver con la trata de seres humanos para que en la sociedad no se puede tratar ni cometer delitos con las personas».

Durante su intervención, la ministra de Justicia ha justificado que en algunos países la gestación subrogada es una práctica legal, pero se producen en muchos casos «vulneraciones muy graves de los derechos humanos» y también hay gestaciones subrogadas «que no responden a la legalidad y se utilizan falsas gestaciones subrogadas para la compra venta de menores».

«En democracia no se puede permitir que los cuerpos de las personas o las personas sean un objeto más de consumo. En una democracia los seres humanos no se compran, no se venden y no se trafica con los seres humanos», ha concluido Pilar Llop.