España
Jura de Leonor

Leonor jura «guardar y hacer guardar la Constitución» con todos los socios de Sánchez ausentes

La princesa Leonor ha jurado este martes la Constitución, como heredera de la Corona, al cumplir 18 años

Los socios de Sánchez no han asistido al acto y han emitido un comunicado contra la Constitución

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La princesa de Asturias ha jurado este martes la Constitución, como heredera de la Corona, al cumplir 18 años, tal y como dicta la Carta Magna. La jura de Leonor se produce en un momento de enorme trascendencia para la España constitucional, en una situación política especialmente compleja y marcada, en previsión de una inminente investidura, por la rendición de Pedro Sánchez al separatismo. La princesa Leonor ha jurado lealtad a la Constitución en un momento bien distinto al de su padre, en 1986. Entonces, el Gobierno se sustentaba en la sólida mayoría del socialista Felipe González y ninguno de sus miembros faltó a la cita. Hoy, tres ministros -Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón- han dado la espalda al acto en el Congreso. Tampoco han acudido los partidos en los que Sánchez cimentará su próximo mandato.

El acto, cargado de emoción y simbolismo, ha comenzado poco después de las 11 de la mañana, con la llegada de la Familia Real, escoltada por el Escuadrón de la Guardia Real. Los Reyes y sus hijas han sido recibidos por miles de madrileños que, curiosos, se habían acercado desde primera hora de la mañana a las inmediaciones de un Congreso blindado. El dispositivo policial, reforzado por el Ministerio del Interior, ha impedido a los ciudadanos el acceso desde la plaza de Neptuno, a mayor distancia del que se diseñó con ocasión de la proclamación de Felipe VI, lo que ha provocado malestar entre aquellos que querían trasladar su cariño a la heredera.

Este blindaje no ha evitado, sin embargo, los vítores y aplausos de los presentes. Leonor ha sorprendido con un traje de chaqueta y pantalón en color blanco, y el pelo recogido en una sencilla coleta. La protagonista, acompañada por sus padres y su hermana, la Infanta Sofía, ha sido recibida por el presidente del Gobierno en funciones, así como por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Posteriormente, la comitiva se ha dirigido hacia la fachada principal del Palacio, engalanada con el baldaquino o dosel de gala, una pieza única que supera el siglo de historia y que decoró el atrio del Congreso por primera vez en 1902, con motivo de la jura del Rey Alfonso XIII. Al pie del Congreso, han sido recibidos por los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, y han accedido al Vestíbulo de la Reina, donde han saludado a las autoridades.

Armengol ha abierto la sesión, con un discurso de claro tinte ideológico, tras el cual, ha solicitado el juramento a la princesa de Asturias. Leonor se ha girado hacia su padre, Felipe VI, haciendo una solemne inclinación de cabeza, antes de proceder a jurar sobre el ejemplar de la Constitución española en el que también formuló el juramento su padre, entonces príncipe de Asturias, cuando cumplió 18 años. Se trata de una réplica del manuscrito obra del pendolista Luis Moreno, similar a la que se expone en el Escritorio de la Constitución. En concreto, es el séptimo de una serie de doscientos ejemplares impresos en 1980 en papel verjurado ahuesado, fabricado expresamente para esta edición.

La presidenta del Congreso ha solicitado a todos los presentes que se pusieran en pie: «Señora, las Cortes Generales están reunidas para recibir de Vuestra Alteza, como Princesa Heredera de la Corona de España, el juramento que viene a prestar con arreglo a la Constitución», ha anunciado Armengol.

«Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, así como lealtad al Rey», ha proclamado la Princesa, vinculando así su destino al de la España constitucional y sus ciudadanos. Tras el juramento, que ha sido respondido con una cerrada ovación de cuatro minutos por parte de diputados, senadores y autoridades, Armengol ha  lanzado un «Viva la Constitución, Viva España, Viva el Rey» y ha levantado la sesión. La princesa de Asturias se ha girado de nuevo hacia su padre, inclinando la cabeza, a lo cual Felipe VI ha asentido mientras aplaudía, al igual que la Reina Letizia y la Infanta Sofía.

El cierre del acto se ha vivido con emoción en distintos puntos del país. La Unidad de Música de la Guardia Real ha interpretado el Himno Nacional, mientras en la explanada de la Catedral de la Almudena, la Sección de Honores de la Batería Real ha disparado una salva de diecinueve cañonazos. Además, han repicado las campañas de la Catedral de Oviedo y la Basílica de Covadonga.

Plante de los socios de Sánchez

Ni ERC, ni Junts, ni Bildu ni el BNG, fuerzas parlamentarias imprescindibles para que Sánchez pueda seguir en La Moncloa, han acudido a la jura de Leonor en el Congreso. Separatistas y proetarras emitieron un comunicado a primera hora de la mañana en el que negaban la legitimidad de la Constitución, de Felipe VI y de la heredera de la Corona y afirmaban que «ni reconocen ni amparan el régimen monárquico español», al que consideran «heredero de la dictadura y un cerrojo a las aspiraciones nacionales y sociales» de sus naciones.

Podemos, socio de Pedro Sánchez, ya había avanzado su plante al acto de juramento que, según manifestó su líder, Ione Belarra, «sólo busca blindar durante décadas una Monarquía que nadie eligió». Por parte de Sumar, Yolanda Díaz, sí ha acudido a la Cámara baja, así como su portavoz, Marta Lois, y la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso, Esther Gil. No así el segundo miembro de Sumar en la Mesa, Gerardo Pisarello.

El juramento de la princesa de Asturias se produce apenas un día después de que el negociador de Sánchez para la investidura, Santos Cerdán, se reuniese en Bruselas con el prófugo Carles Puigdemont, cuyos votos son imprescindibles para que el ahora presidente en funciones pueda seguir en La Moncloa. La foto supone el reconocimiento definitivo del ex presidente catalán fugado de la Justicia española como interlocutor legitimado para los socialistas. Una vez concedida la amnistía -que supondrá el borrado de los delitos del proceso separatista catalán, y el retorno del propio prófugo-, Sánchez se prepara para su investidura, que previsiblemente tendrá lugar en los próximos días.