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Islam

Jumilla tiene dos mezquitas para acoger celebraciones con capacidad para cientos de musulmanes en cada una

Algunas de las voces más críticas en Jumilla señalan que "seguro que la Navidad se seguirá celebrando"

La enmienda no refleja la palabra "Islam", únicamente modifica el reglamento de los espacios municipales

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En Jumilla hay dos mezquitas situadas en el casco histórico con aforo, cada una de ellas, para cientos de musulmanes que pueden reunirse en ellas para el rezo. Por tanto, el municipio de Murcia no estaría «vetando» la celebración de fiestas islámicas como el Ramadán o la Fiesta del Cordero, ni atentando contra la libertad religiosa y de culto con la aprobación de la polémica moción que pone límites a los eventos de carácter religioso en espacios municipales.

Los fieles del Islam tienen dos templos a los que acudir al igual que ocurre con otros credos, que hacen uso de iglesias o sinagogas para esa misma actividad. Además, las mezquitas se instalaron en su momento en edificios ya construidos, es decir, la comunidad musulmana ya contaba con el espacio, sin necesidad de tener que levantar ninguna construcción.

Con la existencia de estas dos mezquitas se desmonta el argumento del Gobierno de Pedro Sánchez, que habló de «discriminación, racismo y xenofobia» y señaló que la moción es una iniciativa que «atenta contra la libertad y dignidad de las personas», por lo que «potencia» los delitos de odio.

Algunas de las voces más críticas en Jumilla han señalado que «seguro que la Navidad se seguirá celebrando» y argumentan así un «ataque» al Islam. Sin embargo, en la enmienda no se refleja en ningún momento la palabra «Islam».

Lo cierto es que la enmienda impulsada por Vox y aprobada también con los votos del PP no prohíbe la realización de actos religiosos de una confesión específica en polideportivos o la vía pública. Lo que en realidad recoge es la modificación del reglamento para que estos espacios municipales estén destinados «exclusivamente para el ámbito deportivo», de manera que deja fuera «actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento». Por tanto, los musulmanes ya no podrán celebrar el Ramadán ni la Fiesta del Cordero -ni ninguna otra fiesta islámica- en estos espacios que el consistorio cedía para el rezo colectivo.

No podrán hacerlo los musulmanes como tampoco podrán hacerlo los cristianos, judíos, testigos Jehová o evangelistas. Es decir, los polideportivos tampoco acogerán actos de Semana Santa o Navidad, por ejemplo. Es más, la moción aprobada en Jumilla es idéntica a la aprobada por el Ayuntamiento de Murcia en el mes de junio, donde no se ha visto en ningún momento perjuicio alguno sobre la comunidad musulmana.

La forma de sacar adelante esta medida en el consistorio murciano también fue la misma: Vox impulsó una moción que incluía medidas más rígidas para «defender la identidad del pueblo» y el PP presentó una enmienda a dicha moción para rebajar esas medidas, y limitarlas a la modificación del reglamento, para evitar con toda seguridad que no se aprobaría nada que fuese anticonstitucional.

Aun con ello, el Gobierno de Pedro Sánchez advirtió este jueves que estará vigilante y «seguirá de cerca» lo que ocurra en Jumilla. Esa labor de seguimiento consistirá en el rastreo de delitos de odio en el municipio murciano.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, encabezado por Elma Saiz, señaló que la libertad religiosa y de culto está garantizada en la Constitución. Pero la aprobación de esta medida no atentaría contra ninguno de estos derechos, según lo recogido en la Carta Magna, en el artículo 16 sobre los derechos fundamentales y las libertades públicas:

  1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
  2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
  3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas denunció en los últimos días la naturaleza «islamófoba». Asimismo, criticó que sólo «se ataca» a los musulmanes y no a otras religiones.

Por su parte, el PP denunció la instrumentalización de este asunto por parte del Gobierno, y cargó contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por buscar «polarizar» con el tema. Jaime de los Santos, vicesecretario de Educación e Igualdad del partido, fue tajante al aclarar que «respeta cualquier otra fe» de la misma manera que él mismo pide «respeto como católico». 

En cuanto a los obispos, salieron en defensa de la comunidad musulmana. «Atenta contra los derechos fundamentales de cualquier ser humano, y no afecta sólo a un grupo religioso, sino a todas las confesiones religiosas y también a los no creyentes», comunicaron desde la Conferencia Episcopal Española (CEE).

La última en pronunciarse justo antes del pleno celebrado este viernes ha sido Seve González (PP), alcaldesa de Jumilla, que ha insistido en que regular los espacios deportivos «no excluye a la comunidad musulmana o cualquier otro colectivo pueda usarlos».