Un juez deja de nuevo en libertad al hacker de 18 años investigado por robar nóminas municipales

Durante los últimos tres años, Jose, uno de los hackers más jóvenes y peligrosos a los que se han enfrentado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no ha sufrido el menor reproche penal por sus presuntos delitos, que a estas alturas ya son varios y muy graves. Esta sensación de impunidad que está acumulando el joven pirata informático se ha visto acrecentada durante los últimos días. Tras revelar OKDIARIO que este hacker había reventado la seguridad de la web de la Dirección General de Tráfico para obtener varios permisos de conducir de manera fraudulenta el joven fue detenido, pero, una vez más, salió del juzgado libre y con la sensación de que, haga lo que haga, delinquir le está saliendo gratis.

“Así nos va. Hemos dedicado recursos técnicos y humanos para poder acorralar a este delincuente y lo que nos encontramos ahora es con que un juzgado lo deja en libertad porque se lava las manos”. Con decepción y resignación, así explica una fuente policial a OKDIARIO los últimos acontecimientos que han rodeado a uno de los piratas informáticos más precoces y activos a los que se ha enfrentado la Policía y la Guardia Civil en los últimos tiempos. Y es que tras haber revelado este periódico la última de sus intrusiones informáticas los expertos en ciberdelitos lo buscaban sin cesar conscientes de su potencial, ya que para ellos este chaval es un viejo conocido.

Con la mayoría de edad recién cumplida, el hacker Jose se introdujo en la base de datos de la DGT para conseguir varios permisos de conducir en un solo día sin pasar ningún examen para conseguirlos. Este ataque lo realizaba el chaval encontrándose en libertad vigilada por los ataques que había realizado siendo menor de edad. Y es que el chico tiene experiencia en esto de burlar la seguridad informática.

Afán de notoriedad

Según fuentes policiales, apareció en el radar de las unidades especializadas en delitos informáticos cuando tenía 16 años. El hacker entró en los registros de una empresa para alterar el cobro de sus pedidos y beneficiarse de ellos. También atacó una plataforma de televisión de pago por visión obteniendo centenares de altas que repartió entre sus seguidores en redes sociales y uno de sus ataques más recordados fue conseguir que colar un mensaje en las pantallas de los puestos de alquiler de bicicletas municipales para dejar constancia de que ahí también se había colado. “Eso es lo que le pierde realmente a este tipo de hackers: quieren que la gente sepa que son capaces de hacerlo”, explica uno de los investigadores que lo ha perseguido durante este tiempo.

Sin embargo, el tal Jose dio un salto en la gravedad de los actos que cometía hace unos meses, cuando el ayuntamiento de Granada detectó una anomalía en el pago de sus nóminas. Alguno de sus trabajadores les alertó de no haber cobrado y el consistorio se sorprendió porque a ellos el pago de la nómina les aparecía como realizado, pero en otra cuenta. La idea fue de un estafador con ingenio, pero sin conocimientos informáticos, para lo que recurrió a Jose, quien cambió las cuentas entrando en la base de datos de los trabajadores que obraban en poder del ayuntamiento. Fuentes policiales aseguran que hizo lo mismo en el ayuntamiento de Madrid. Así que la policía granadina viajó hasta la capital para detenerlo y llevarlo hasta el juez.

Sin embargo, el magistrado que recibió en turno de guardia al hacker no quiso problemas y se inhibió al juzgado de Granada que entendía de la causa que lo había llevado hasta allí. Si lo hizo fue porque Fiscalía tampoco solicitó que lo encarcelaran, pese a haber cometido supuestamente los delitos mientras gozaba de un régimen de libertad vigilada, cuyo requisito es precisamente no delinquir durante ese periodo.

El malestar entre los investigadores es mayúsculo, tanto entre los que viajaron desde Granada y regresaron con las manos vacías como entre los que en la capital prácticamente se enteraron de su detención por la prensa. Y en medio de todo esto, la UCO de la Guardia Civil también va detrás de él por haberse colado en la web de la DGT. Lo que a cualquier mortal le quitaría el sueño, que varias unidades policiales le tengan entre sus pensamientos, a Jose parece que no le afecta, y las decisiones de los jueces y los fiscales tampoco es que estén ayudando. ¿Qué es lo que ha hecho después de ser puesto en libertad? Pues, entre otras cosas, participar en un programa de radio on line, un podcast retransmitido en redes sociales. Adivinen el título de la entrega en la que ha participado Jose: Hackers.