España
'EL CASO OLTRA'

La joven abusada por el ex marido de Oltra: sin comida, sin dinero y con un bebé de siete meses

La menor abusada por el ex marido de Oltra: sin comida, sin dinero y con un bebé de siete meses. Ha conseguido pagar el alquiler de este mes. El del mes que viene…, ya veremos. Es la historia que desgraciadamente se está convirtiendo en más habitual de lo pensamos. La de una mujer y un hombre jóvenes sin trabajo y con un bebé. Es la historia de Teresa, que cuando era menor fue abusada por el ex marido de Mónica Oltra. Su historia arranca desde que se quedó sin empleo en el hospital de Torrevieja. Ajustar el bolsillo hasta estrangularlo y sentirse feliz porque ha comido su bebé.

 Sentada en una cafetería frente al Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Alicante, junto a su pareja, Teresa pasa desapercibida como una joven de 19 años que hubiera hecho un alto en el camino. Sin embargo, en la mente de quien siendo menor fue abusada por el ex marido de Mónica Oltra, sólo hay una imagen fija: la de su bebé de 7 meses. Piensa en cómo podrá llevarle la leche que necesita para alimentarle. No tiene casi dinero. Ni tampoco pueden, a día de hoy, pagar el alquiler del próximo mes. Lo poco que les queda a ella y a su pareja lo guardan como oro en paño para que su criatura coma y crezca.

Teresa ya sabe lo que es la calle. En ella se quedó poco después de salir de los centros de menores. Tiene, como únicos estudios un curso o cursillo de hostelería que realizó. Porque antes de trabajar en admisiones del hospital de Torrevieja, lo hizo en una cafetería.

Mientras su pareja relata experiencias propias y ajenas sobre su estancia en centros de menores (en uno de ellos se conocieron) que ponen los pelos de punta, ella parece absorta en otros pensamientos. Cuenta que, consciente de la situación que viven ella, él y su bebé, el alcalde de Torrevieja Eduardo Dolón la llamó. Les ofreció la atención de los servicios sociales para que tuvieran comida y les dejó su teléfono. Ahora, quieren hablar de nuevo con él. Toda ayuda es poca. Les brillan los ojos cuando recuerdan que con lo que ganaban en el hospital podían vivir y atender sus gastos: alquiler, luz, agua y comida, esencialmente.

La de Teresa y su pareja es una de esas historias de amor que parecen traídas de otro tiempo. Llegó a haber un muro de piedra entre ambos, que no podían sobrepasar: se escribían cartas. hasta que él la llamó y un 14 de febrero comenzaron de modo definitivo. Alquilaron la casa de un familiar de ella. Compraron colchón y comida. Pero, de nuevo, no hubo suerte. Se marcharon sin el colchón y sin la comida. Un día, la contactó Ribera Salud. Había conocido su situación y le ofertó un trabajo. En el hospital de Torrevieja. Y allá que fue. El trabajo que ahora ha perdido.

Teresa dice que su sueño siempre formar una familia, de la que careció en su infancia. Y que piensa defenderla contra viento y marea. Quizás por ello, se refiere siempre a su pareja como «mi amor», el que siempre le ha faltado. Sus previsiones pasan por buscar un lugar más pequeño, incluso una habitación. Y seguir en Torrevieja «o a donde tengamos que ir para trabajar».