España
CATALUÑA

La investidura de Illa queda en manos de los cachorros de ERC que decapitaron al Rey en un cartel

Tras el aval de ERC, la investidura de Salvador Illa depende aún del Comité Nacional de las juventudes del partido separatista

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Tras el aval de ERC, la investidura de Salvador Illa depende aún del Comité Nacional de las juventudes del partido separatista, que esta tarde decidirán si apoyan o no hacer a Illa presidente de la Generalitat. El voto de su diputada, Mar Besses, es clave para que el socialista cuente con los apoyos necesarios. La organización de jóvenes independentistas, Jovent Republicà, bebe de los postulados más radicales de ERC, y ha exhibido en distintas ocasiones sus postulados más extremos, especialmente en lo relativo al modelo de Estado, la exigencia de un referéndum separatista o el fin de la Monarquía. Sus reclamaciones no han estado exentas de polémica, como en la campaña de las generales de 2019, cuando decapitaron simbólicamente al Rey en uno de sus carteles para reclamar la república.

Una de las dirigentes más visibles de este movimiento, Marta Rosique, fue la encargada de rasgar un cartel de Felipe VI a la altura del cuello, a la vez que reclamaba «hacer caer al Rey» para alcanzar la «república catalana». Rosique, acompañada de otros miembros de su candidatura, cargaron contra el discurso del monarca, en octubre de 2019, acusándole de favorecer la «represión» contra el pueblo de Cataluña.

«Felipe VI, hijo del monarca franquista Juan Carlos I, quiere ser la continuidad del franquismo. Nunca se ha votado si Monarquía o república. Parece que les asustan los resultados que pudieran salir en un referéndum», afirmó entonces Rosique.

Referéndum

En una nota reciente, las juventudes de ERC dejan a las claras sus exigencias de cara a la investidura del próximo presidente catalán. «No podemos permitir que el unionismo se apodere del Gobierno de Cataluña, ni tampoco daremos soporte gratuito a quien vive del independentismo mágico y vacío de propuestas realistas», en alusión a Junts y Carles Puigdemont. La división en el separatismo es patente.

En un comunicado, tras los comicios catalanes, estos jóvenes critican incluso la relación de su propio partido con el Gobierno de Pedro Sánchez. «Intentar transformar el país en una situación de minoría parlamentaria nos ha llevado, en algunos casos, a no ser suficientemente firmes en nuestras convicciones ideológicas y a tener que gestionar diversas contradicciones».

Al mismo tiempo, se jactan de las cesiones arrancadas a Sánchez, como la Ley de Amnistía -«la mayor victoria política de los últimos años» y «una enmienda total a la represión del Estado español»-. Y avisan: «Debemos ser coherentes y exigentes con todas las demandas que hemos reivindicado siempre: el referéndum de autodeterminación para votar la independencia y el compromiso con la justicia social».

Las juventudes de ERC han advertido que si el PSC no cree «razonables» estas propuestas «la ciudadanía tendrá que decidir»: «A nosotros no nos dan miedo las urnas».

Apoyo de ERC

A la espera de lo que decidan las juventudes, la consulta de ERC a sus bases, realizada el viernes, concluyó con el apoyo a la investidura de Salvador Illa, tras conceder Pedro Sánchez la independencia fiscal a Cataluña.

La votación se cerró, eso sí, con una victoria mínima del sí al PSC, el 53,5% de los votos, frente al 44,5% que la rechazó. Apenas 550 papeletas de diferencia entre una y otra opción.

El acuerdo con ERC para investir a Salvador Illa ha provocado una convulsión en el PSOE, por la amplitud de las cesiones, especialmente en materia fiscal.

El Gobierno cede todos los impuestos que recauda Cataluña, que también se quedará el IVA que tributan las pymes y los establecimientos turísticos. Y además exige que el Estado «incremente los recursos derivados de la necesidad» de conservación del «Estado del bienestar en Cataluña», y «compense los desequilibrios que se han producido». En definitiva, la ruptura total de la Hacienda española y el principio de solidaridad entre regiones. La mayoría de barones socialistas se han opuesto al pacto y han avisado incluso con acudir a los tribunales.

Mientras, ERC ha dejado claro a Sánchez que «los acuerdos están para cumplirse»: «Y esto nosotros lo tenemos muy claro. Y creo que tenemos también posición de fuerza para hacer cumplir ese acuerdo, porque si el acuerdo no se cumple dejaremos de apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez», avisó Marta Rovira la semana pasada.