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ETA

La Guardia Civil no olvida: se fija como objetivo investigar los crímenes de ETA sin resolver

Acercamientos de presos al País Vasco, concesiones de tercer grado con permisos de salida a la calle, homenajes a los etarras en sus pueblos, jefes de ETA participando en actos de Sortu o actos oficiales presididos por Pedro Sánchez para destruir parte del arsenal de ETA y escenificar el fin del terrorismo. Sin embargo, y pese a todo, la Guardia Civil sigue sin olvidarse de la barbarie cometida durante décadas: el Instituto Armado ha fijado en su Plan Estratégico 2021-2024 el objetivo de investigar todos los crímenes sin resolver que aún pesan sobre la banda.

Así figura en ese documento que elabora la Guardia Civil de forma trienal, y en el que incluye sus principales líneas de actuación y objetivos. Un documento que se divide en tres áreas de actuación: seguridad pública, acción exterior (coordinación policial con otros países) y defensa nacional (participación en misiones militares en el extranjero).

En el primero de los apéndices de la estrategia, el de seguridad pública, hay un apartado dedicado específicamente al terrorismo. Pese a que el actual esfuerzo de las fuerzas del orden se centra en el terrorismo de origen yihadista, la Guardia Civil no se olvida de ETA. Y especialmente de sus 379 crímenes sin resolver, casos que se cerraron sin encontrar culpable, algunos por negligencias en los procesos judiciales y otros, la gran mayoría, por la negativa de muchos de los terroristas a colaborar con la Justicia. Así está reflejado en ese documento interno que ha podido consultar OKDIARIO.

La Audiencia Nacional, encargada de todo lo referente a los delitos de terrorismo, dispone de una oficina especial -con un magistrado al frente- para repasar todos y cada uno de esos expedientes inconclusos. Atentados con víctimas cuyo autor o autores no se han sentado delante de un juez, y que es posible incluso que sigan en libertad. Pero esas investigaciones requieren de ayuda policial, que es la que está dispuesta a brindar la Guardia Civil, al menos, durante los próximos tres años.

En esa tarea quizás la Justicia española y la Guardia Civil cuenten con el apoyo de la Unión Europea. En 2020, el Parlamento Europeo aprobó una misión especial al País Vasco para conocer de primera mano esos cerca de cuatro centenares de crímenes sin resolver. Una moción que salió adelante pese a los votos en contra de PSOE y Podemos.

En busca de sus zulos

Además de los crímenes sin resolver, la Guardia Civil también tendrá como objetivo la localización de los arsenales y polvorines que ETA nunca llegó a entregar ante su disolución. Armas y explosivos que aún permanecen escondidos en zulos, ocultos en montes y bosques españoles. Pueden ser pieza clave para resolver esos crímenes, porque como manejan los agentes ETA no entregó ningún arma relacionada con crímenes para evitar que pudiese perjudicar a alguno de sus miembros.

Esos objetivos incluidos en la estratégica trienal son considerados como las líneas fundamentales de la actuación de la Guardia Civil. Su cumplimiento será evaluado a través de una serie de indicadores y están ligados a unas «metas, iniciativas y planes de acción que facilitan la alineación de las actividades desarrolladas por todas las Unidades y permiten visualizar cómo el comportamiento de cada uno de los guardias civiles contribuye al logro de los objetivos generales del Cuerpo».

Protección ante pandemias

La estrategia incluye, además, otras líneas de actuación como la preparación para posibles pandemias y situaciones de crisis sanitarias como la vivida con el coronavirus.

También se desarrollan otras áreas, como la lucha contra los delitos de odio, los ciberataques, el crimen organizado, la protección del medioambiente y los controles de fronteras e inmigración ilegal.