El Gobierno destituirá a Puigdemont y todos los consellers para dejar vía libre a las elecciones en 2 meses
El Gobierno se plantea una sustitución en bloque de todo el equipo de Carles Puigdemont en la Generalitat. Moncloa se prepara ya para la adopción de las medidas de intervención concretas del artículo 155 de la Constitución y estudia un movimiento en bloque que evite los posibles cortafuegos o deslealtades de determinados departamentos con las órdenes que adopte durante las semanas que se mantenga como Gobierno de la comunidad catalana de facto. Ese periodo, además, tal y como adelantó OKDIARIO, será lo más reducido posible y cercano a los dos meses, tal y como ha exigido Ciudadanos y se ha trasladado ya también al PSOE.
El Gobierno de Mariano Rajoy baraja distintas opciones, aunque la que cuenta con más probabilidades es la de este movimiento en bloque. El resto de escenarios pasan por la destitución en exclusiva del presidente de la Generalitat. Esta sustitución sería suficiente para trasladar la orden de convocatoria de elecciones. Pero, el principal problema de esta opción estaría en que, en un ambiente de tensión rebelde tan obvio como el actual, los focos de oposición dentro de los distintos departamentos frente a las órdenes del Ejecutivo de Rajoy serían excesivos.
La siguiente posibilidad barajada consiste en la sustitución de Puigdemont y de los consejeros declarados como más partidarios del golpe de estado. Esta opción podría resultar eficaz, pero el problema de su aplicación radica en las enormes probabilidades de que el resto de consejeros dimitiesen en solidaridad o, incluso, que multiplicasen su rebeldía como muestra de lealtad a sus compañeros y presidente autonómico.
En el abánico de opciones analizado dentro de las posibilidades de aplicación del 155 también se ha estudiado la destitución del Parlamento. Esta posibilidad, sin embargo, cuenta con una posibilidad intermedia más simple y menos traumática. Puesto que el Gobierno quiere acortar los plazos de permanencia de la intervención y convocar elecciones de forma acelerada, tiene más sentido convocar elecciones desde la nueva presidencia autonómica sustituta, con lo que, de forma automática, se tiene que dar paso a la disolución del Parlamento catalán. De este modo, el efecto es similar sin tener que pasar por las fotografías de una desconvocatoria directa de un órgano electo, algo que en Europa, de hecho, podría no sentar demasiado bien.
Por todo ello, la opción que cuenta con más probabilidades es la de una sustitución en bloque del equipo de Puigdemont y su asunción de competencias por parte de los distintos ministerios nacionales de cada área.