España
Aeropuerto de Barajas

El Gobierno culpa del caos en Barajas a los pocos policías que dejó Rajoy ¡hace 4 años!

El Gobierno socialcomunista ha echado la culpa del actual caos en Barajas a la gestión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno entre 2012 y 2018. Eso se deduce de la respuesta parlamentaria al portavoz del PP en temas de Turismo en el Congreso de los Diputados, Agustín Almodóbar. El diputado había realizado hasta seis preguntas por escrito entre el 21 de abril y el 13 de mayo de este mismo año interesándose por los «problemas de congestión y perjuicios, tanto a pasajeros y turistas como a la operativa de las aerolíneas». El Gobierno no dice nada, sin embargo, de lo que ha ocurrido entre 2018 y 2022, correspondiente al mandato de Pedro Sánchez.

La única respuesta del actual Gobierno, más parecida a una crítica a Rajoy que otra cosa, a las preguntas del diputado del PP, llegó el 26 de mayo por escrito: «En relación a las preguntas formuladas y por lo que se refiere a las competencias del Ministerio del Interior, es preciso indicar que entre 2012 y 2018 se perdieron en España más de 13.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE)». La respuesta del Ministerio del Interior olvida que entre 2018 y 2022 hay cuatro años de gestión de Pedro Sánchez suficientes para incrementar, si ese es el deseo real, las plantillas de Policía Nacional, que son los encargados de visar pasaportes en el aeropuerto de Barajas (Madrid), donde se han incrementado los problemas desde la Semana Santa de este año que desembocaron en imágenes de cientos de turistas haciendo cola en el control de pasaportes de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño este mismo lunes.

De hecho, las preguntas comenzaron el 21 de abril tras las protestas de ALA, la Asociación de Líneas Aéreas, por los atascos y retrasos sufridos por las aerolíneas durante la campaña de Semana Santa. El tema es que si un pasajero llega tarde al transbordo de un vuelo por culpa del control de pasaportes, la compañía tiene que facilitarle otro vuelo, con el consiguiente coste económico en asientos, reclamaciones, alojamientos e incluso dietas para el pasajero. Muchas veces los retrasos en los despegues se producen porque están esperando a pasajeros que hacen conexiones. ALA denunció que sólo durante marzo más de 3.000 pasajeros habían perdido sus enlaces a otros vuelos y ayer mismo Iberia denunciaba que el número de pasajeros que habían perdido su conexión ya era de 15.000 entre el 1 de marzo y el 31 de mayo. Eso sólo en Barajas.

Por eso, el diputado Almodóbar Barceló preguntó insistentemente por escrito al Gobierno desde esta misma Semana Santa, en previsión de que con la llegada de la campaña veraniega de turismo los atascos, como así está siendo, fueran a más. El Ejecutivo respondió al PP que «en los próximos años, está prevista la incorporación de un mayor número de efectivos de nuevo ingreso en las FCSE, que en años anteriores, con lo cual se incrementará la ocupación de las plantillas más deficitarias de personal, y a la vez, se irá produciendo un mayor movimiento de personal entre las plantillas en los distintos concursos que se convoquen». Esta respuesta, traducida, viene a significar que cuando los nuevos agentes se vayan incorporando y los antiguos pidan nuevos destinos, algunos irán destinados a Barajas y otros aeropuertos para reforzar ese servicio, o no.

La verdad es que las nuevas máquinas de pasaportes en la T4 de Barajas se instalaron, precisamente, para agilizar el proceso de tránsito para ciudadanos que vinieran de fuera de la UE, pero en la mayoría de los días no funcionan o son demasiado complejas de manejar para el ciudadano medio, y es más rápido y fácil para el turista pasar el control presencial de un agente, que en la mayoría de ocasiones se ve desbordado. Aun así, el Ministerio del Interior contestó al diputado que «se han reforzado en los aeropuertos con mayor densidad de tráfico internacional, mediante la asignación de nuevos servicios y con el apoyo de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC), dependiente de la Unidad Central de Fronteras (…)». Un refuerzo que, vistas las imágenes del pasado lunes, no ha debido llegar a Madrid Barajas, el aeropuerto español con mayor tráfico de vuelos internacionales.

Este mismo martes el diputado Agustín Almódobar ha registrado dos nuevas preguntas sobre este asunto al Gobierno. Además, ha solicitado la comparecencia en el hemiciclo de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, del ministro del Interior y de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para que expliquen lo que está sucediendo estos días.

A finales de 2017, Aena, la empresa pública que gestiona los aeropuertos españoles dependientes del Ministerio de Fomento, anunciaba la compra de  de 652 máquinas ABC System, los equipos automáticos para el control de fronteras, por un total de 90 millones de euros. La licitación fue adjudicada a Everis, Telefónica Ingeniería de Seguridad, Indra e Informática El Corte Inglés/Gemalto. El sistema Automatic Border System (ABC) consiste en «un equipo que realiza una verificación documental junto con una comprobación biométrica facial y/o dactilar a las personas mayores de 18 años que posean un DNIe o un Pasaporte electrónico y sean residentes en un país dentro del espacio Schengen». Sobre el papel, todo parecía perfecto para agilizar la entrada en España, pero en la práctica el sistema es tan sensible que al menor movimiento la máquina te pide reiniciar el proceso, ante la desesperación del viajero que tiene poco tiempo para conectar con otro vuelo. Según las preguntas del PP al Gobierno, los retrasos más frecuentes esperando a viajeros que hacen conexiones se dan «en los vuelos a Buenos Aires, Chicago o Miami, entre otros».