España
Partido Popular

Feijóo y sus barones debaten un giro a la derecha para «quitarle la bandera» a Vox en inmigración

El PP busca unanimidad para adoptar posiciones más firmes en torno a la inmigración ilegal

  • Beatriz Dávila
  • MURCIA
  • Enviada especial
  • Redactora de Nacional en OKDiario I PP I Congreso y Senado I beatriz.davila@okdiario.com I Ex de ElToroTv y esRadio

Endurecer el discurso migratorio para recuperar el terreno perdido frente a Vox. Esa ha sido una de las máximas que ha ondeado este fin de semana el debate mantenido en Murcia entre el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y sus barones territoriales. Desde el pasado viernes, todo ellos, incluidos miembros de la cúpula de Génova, han hablado sin ambages de la necesidad de redefinir sus estrategias y «quitarle la bandera» a los de Abascal en inmigración.

La preocupación no es tanto de fondo como de forma. Y lo cierto es que a los populares les preocupa no identificarse con un discurso que hasta ahora se ha venido catalizando con dureza desde Vox. La sensación ha sido compartida durante estos días entre muchos de los líderes autonómicos del PP que, aun a pesar de haber adoptado posiciones más firmes en torno a la inmigración ilegal -un ejemplo ha sido su rechazo al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y sus socios para el reparto de menas- saben que no son ellos quienes marcan el ritmo.

Según ha podido saber OKDIARIO, uno de los puntos centrales de la discusión en este asunto ha sido precisamente el de mantener una posición más institucional y moderada, cercana a los postulados que se han venido marcando desde la dirección nacional del PP; o la de dar un giro de 180 grados que imposibilite incluso un presunto trasvase de voto a Vox a costa de la inmigración ilegal.

La inquietud se extiende y, mientras algunos líderes territoriales apuestan por marcar distancias, otros creen que la presión de los de Abascal en ciertos territorios requiere de una estrategia más pragmática o, incluso, más asertiva en sus definiciones.

Si bien no se trata de competir entre una posición más radical al respecto de la inmigración ilegal, en el PP se trabaja en detallar sus posicionamientos desde la máxima defendida este sábado por el secretario general del partido, Miguel Tellado. Es decir, «contribuir tiene que ser una condición para permanecer» en el país.

Fuentes conocedoras del contenido de las reuniones hablan de la receptividad del líder popular para aunar en una única estrategia todas sus opiniones. Mismas que, junto a la ya conocida de poner freno a la concesión de ayudas sociales como el ingreso mínimo vital, según adelantó Tellado uno de los elementos que causan el denominado «efecto llamada» a la inmigración ilegal, quedarán recogidas en el plan migratorio que previsiblemente se anuncie este domingo y en el que desde hace semanas vienen trabajando en el PP.

Junto a ellas están también las ya adelantadas por el propio Feijóo durante estas semanas, como la de aceptar a la inmigración «culturalmente próxima», es decir, recibir a aquellos inmigrantes de habla hispana; o la expulsión inmediata de aquellos que, habiendo entrado en el país ya fuere de manera legal o ilegal, hayan cometido un delito. 

A puerta cerrada

El palacete rural de La Seda, enclave ubicado a las afueras de la capital murciana, ha sido el espacio en el que durante todo el sábado y hasta este domingo han permanecido recluidos y sin contacto Feijóo y todos los líderes territoriales. Eso sí, a excepción de los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta, Juan Jesús Vivas, y Melilla, Juan José Imbroda.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue una de las grandes ausentes a la primera convocatoria del viernes, según pudo saber este periódico, debido al retraso de la ronda de reuniones con los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid. También el gallego Alfonso Rueda, que sí se incorporó a la cita del día siguiente, y Juanma Moreno Bonilla, el presidente de la Junta de Andalucía, que tuvo que ausentarse a primera hora de la tarde del sábado nada más posar para la foto de familia.

A pesar de los recelos de las deliberaciones a puerta cerrada, el PP ha rearmado lo que viene a ser la estrategia programática del partido con la que relevar en el Gobierno a un sanchismo «colapsado política, moral y judicialmente». En él, junto a las políticas en materia de extranjería, la vivienda y la igualdad -sobre todo tras los escándalos de los fallos de las pulseras antimaltrato reveladas por OKDIAIRO-, han sido otros de los pilares fundamentales de este cónclave de la cúpula del PP.

Una fórmula, la de reunir a los barones populares limitando el contacto con el exterior que, sin embargo, no es nuevo. Ya se desarrolló a principios de año en la ciudad de Oviedo, momento en que Feijóo junto a sus líderes territoriales anunció su plan alternativo al Gobierno de Pedro Sánchez en materia de vivienda y conocido, posteriormente, como la «declaración de Asturias» del PP.