España

Facebook bloquea por «inapropiado» un artículo de Teresa Freixes a favor de la Constitución

En el artículo se critican los pactos del PSC con el separatismo y la reciente Ley de Amnistía

Facebook ha calificado de «inapropiado» un artículo de la jurista Teresa Freixes en el que criticaba unas recientes declaraciones del candidato del PSC a las elecciones del próximo 12 de mayo, Salvador Illa («La gente teme más a Abascal que a Puigdemont»). La red social ha tratado de ocultar la publicación, incluyendo un mensaje en el que se informa de que se trata de contenido «inapropiado» o «violento», dificultando también que se comparta y relegándolo entre los contenidos, lo que dificulta su acceso. Varios usuarios han reportado que Facebook incluye una nota en la publicación en la que se informa de que «se ha movido más abajo» en el perfil, tratando de restarle visibilidad. Igualmente, la red reporta a los usuarios que, según la «tecnología» de la plataforma, se ha «demostrado que la publicación se parece a otras que infringen las normas comunitarias de contenido». Esas normas afectan a contenidos que incluyan desnudos, manifestaciones racistas, lenguaje que incite al odio o la discriminación o violencia.

El artículo de Freixes, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y una de las voces más críticas y sensatas contra el separatismo catalán, lleva por título Constitucionalistas: por sus hechos los conoceréis. A continuación, reproducimos su contenido:

No se haga trampas en el solitario Sr. Illa. Y vigile sus eslóganes de campaña, por ejemplo el que acaba de acuñar, porque la trampa es más que evidente. Sus electores no son tan simplones como Vd. quiere ejemplificar. Por ejemplo, en la última encuesta del CIS catalán, la oposición a la amnistía alcanza el 56% entre los votantes del PSC.

¿Por qué? Pues porque por sus hechos los conoceréis. Los conocemos porque para este PSC, que ya no es el mismo que se opuso al golpe en 2017, lo que podríamos considerar indicadores del constitucionalismo, que no son otros que los estándares europeos de democracia y Estado de Derecho, han dejado de estar vigentes en el ideario y la práctica de esta formación política. A saber:

– Menosprecio del Parlamento, no sólo en las Cortes sino también en el Parlament de Cataluña, donde el debate político serio brilla por su ausencia y la calidad legislativa está bajo mínimos. Ni presupuestos siquiera, ni en España ni en Cataluña. De la manita van.

– Apoyo a una amnistía que proporciona impunidad a los golpistas y que no soluciona para nada la convivencia en Cataluña. Claro, es muy duro afirmar públicamente que lo que la provoca es la necesidad de 7 votos en en una investidura y los que hagan falta para mantener una legislatura imposible.

– Ninguneo al Poder Judicial, al que consideran un estorbo cuando es el puntal que garantiza el Estado de Derecho y la democracia en todo el mundo civilizado. Además de utilizarlo políticamente, para intentar aparecer ante la ciudadanía como defensores de la Constitución, como cuando impugnan la iniciativa que pretende resucitar la marmota de la declaración unilateral de independencia.

– Ausencia de vinculación con la sociedad civil, eludiendo entrevistas y contactos con quienes venimos defendiendo, no por conveniencia, sino por la convicción que nos otorga sabernos legítimos defensores del orden constitucional pese a la represión y la muerte civil a que quieren condenarnos, con su aquiescencia.

– Manipulación grosera del «relato», tildándonos de extrema derecha por no seguir a ciegas su buena nueva y por mantener contra viento y marea los argumentos conducentes a recuperar la centralidad y el consenso con los que dimos origen a este sistema constitucional que están permanentemente erosionando.

– Aparcar la institucionalidad, negociando tanto la impunidad como ahora el referéndum de autodeterminación al margen de los órganos legalmente establecidos para aceptar las «mesas de diálogo» en el extranjero, con «mediadores internacionales», ocultamente, haciendo que los constitucionalistas catalanes seamos moneda de cambio en impúdicos acuerdos que únicamente van a dar alas al secesionismo y a quienes pactan con ellos, es decir, a los que representan como mucho a la mitad de la población de Cataluña. Aunque cabe decir, que tan ilegítima sería esta negociación aunque representara al 80%b de la población, puesto que la mayoría numérica nunca justificará la anticonstitucionalidad ni la indecencia.

– Penetración espuria en todos los órganos e instituciones al más puro estilo procesista. De «els carrers seran sempre nostres» [las calles serán siempre nuestras] han pasado a «colonicemos» todo lo posible, sin dejar resquicio a la profesionalidad ni a la neutralidad debida. Que se lo pregunten a las organizaciones profesionales que han adoptado el «Pacto por la defensa del Estado de Derecho», al que se están adhiriendo cada día nuevos colectivos, hartos de que no se respete el marco constitucional, ni las capacidades que se precisan para acceder a puestos funcionariales o de responsabilidad. Es más importante tener el carnet del partido que superar con acreditación contrastada criterios de calidad. Lo acabamos de ver, tanto en los órganos nacionales como en órganos catalanes. Lo cómodo es coser y cantar al son que toca. Vaya ejemplo se está dando a los jóvenes.

Podríamos enumerar muchos más. Lo iremos haciendo, a pesar de que nos bloqueen en Facebook por «contenido inapropiado» (nos lo han hecho por destacar el buen hacer de los políticos portugueses; los boots se lanzan a denunciarnos por contenido inapropiado. No debe interesar que se divulguen según qué cosas).

Pero no se preocupen. Cuando traten de quitarnos de en medio, nosotros también lo volveremos a hacer.

El artículo responde a unas recientes declaraciones de Illa al diario británico The Times, en las que el candidato del PSC a las elecciones del 12 de mayo señalaba que, si su partido gana los comicios, ello permitirá justificar que «la política hacia Puigdemont es la correcta». En esa entrevista, el líder de los socialistas catalanes defendía que «la gente teme más» a Santiago Abascal que al ex presidente catalán y candidato de Junts, Carles Puigdemont, señalando que ese «temor» es el motivo por el que «el apoyo al PSOE no se ha desplomado».