ETA vuelve a ser decapitada
David Pla e Iratxe Sorzábal componían la considerada jefatura de ETA. Este martes han sido arrestados fruto de una acción conjunta de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) y la Guardia Civil. Los presuntos terroristas se encontraban en una casa rural en Saint-Étienne-de-Bagorry, en el departamento de Pirineos Atlánticos.
Fuentes antiterroristas informan de que Pla y Sorzábal llevaban tiempo intentando negociar una rendición de la banda, y que este golpe, que se cree «mortal», deja a la organización sin miembros de peso como para una recomposición como las de antaño, situación que favorece la también debilidad operativa de ETA, que no atenta desde marzo de 2010.
El dispositivo, bautizado como ‘Pardines’, rinde homenaje a la primera víctima, José Antonio Pardines, asesinado en 1968 en Villabona (Guipúzcoa). El primer éxito contra la cúpula criminal llegó sólo un año más tarde, en el Casco Viejo de Bilbao, donde fue desmantelada la ejecutiva. Seis de sus integrantes fueron condenados a muerte en el proceso de Burgos.
Francia, refugio hostil para los etarras
Sin embargo, la mayor parte de los descabezamientos ha tenido lugar en Francia, donde los etarras encontraron un refugio más seguro que el español al menos hasta mediados de los 80, cuando se capturó a Domingo Iturbe Abasolo, ‘Txomin’, Eugenio Etxebeste, ‘Antxon’, y Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, ‘Txikierdi’. La colaboración franco-española ha resultado determinante.
El 20 de mayo de 2010 se anunció la hasta la fecha última gran redada, que acabó con la captura en Bayona de Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, ‘Ata’, máximo dirigente de ETA hasta ese momento. El precedente más cercano es el de mayo de 2012, cuando fue detenido Oroitz Gurruchaga Gogorza, también en Francia. Ese año también cayó Izaskun Lesaka, responsable de las reservas de armas y explosivos.
Ya en 2015, en julio, los gendarmes atraparon a Iñaki Reta de Frutos y Xabier Goienetxea, presuntos encargados del aparato logístico. La carrera continúa, explica el Ministerio del Interior, hasta el fin definitivo de la banda, con la que, siguiendo la tónica de la legislatura, el Gobierno no está dispuesto a negociar contrapartida alguna.