España
DROGA EN LAVAPIÉS

El miedo crece en Lavapiés, el barrio modélico de Podemos: «Hay menas drogándose en los portales»

En pleno centro de Madrid se ubica el barrio de Lavapiés, una zona icónica de la capital para Unidas Podemos que ha sido escenario de sus mítines y en la que se ubica la sede del Sindicato de Manteros presidido por el diputado morado Serigne Mbayé. Se trata de uno de los lugares más antiguos de la capital que ha visto como con el paso de los años la delincuencia se asentaba en sus calles a pesar de los esfuerzos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Drogas, trapicheos y peleas son sólo algunos de los incidentes que se pueden ver a diario en estas calles que han sido señaladas como un punto negro en cuanto a inseguridad. Incluso, un vecino llega a asegurar que algunos menores no acompañados llegan a drogarse en los portales de este lugar ubicado en el corazón de Madrid. El Ayuntamiento de Madrid, presidido por José Luis Martínez-Almeida, está luchando para acabar con la inseguridad en el barrio.

A pesar de los desalojos de edificios okupados, muchos narcopisos siguen en pie en un barrio donde sorprendentemente el precio del metro cuadrado no ha dejado de escalar. Los vecinos están hartos y se han sentado con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para abordar estos problemas. A su vez, el regidor ha pedido ayuda a la Delegación de Gobierno para dotar a Lavapiés de mejoras en cuanto a la seguridad. «Queremos que los vecinos vivan con tranquilidad», ha apostillado el alcalde madrileño.

Si algo caracteriza a Lavapiés tanto como su inseguridad es la multiculturalidad del barrio. Esta zona de Madrid, ubicada a escasos metros de la estación de Atocha, es una de las partes de la capital con mayor inmigración. Según datos oficiales consultados por OKDIARIO, el distrito Centro al que pertenece Lavapiés es el barrio de Madrid con más inmigrantes superando el 20% de la población empadronada en estas calles.

A estos extranjeros también se suman menores no acompañados que son habituales en el barrio y que, en ocasiones, no tienen actitudes ejemplares. «Hay menas drogándose en los portales, da mal rollo», explica un vecino de la plaza Arturo Barea a este medio. Pero los menores no acompañados no son los únicos que consumen en la vía pública. En el parque Casino de la Reina es habitual ver trapicheos a cualquier hora del día. «Sientes que están pasando cosas raras, a mí no me gustaría que mi pareja fuera sola por la noche por este parque», explica un vecino que pasea a sus perros en esta zona verde de Lavapiés.

Si bien las drogas siguen siendo un grave problema en el barrio, lo que sí se ha conseguido atajar en su medida es la okupación. Hace tan sólo unas semanas, la Policía desalojó La Quimera, un edificio emblemático del barrio que ahora está en obras. Pero los okupas no se han ido muy lejos y algunos yacen deambulando por las calles del barrio.

A todos estos problemas sociales también se suma la insalubridad del barrio. Cartones, camisetas deshilachadas y excrementos son solo algunos de los elementos que se pueden encontrar en el asfalto de estas calles. «Muchas veces nos encontramos vómitos en las puertas de los negocios», asegura una tendera de un local de la calle Amparo en una entrevista con OKDIARIO.

Todos estos sucesos dejan latente que la situación en el barrio no es la idónea para vivir en vecindad. Es por ello que los vecinos han decidido colgar en sus balcones banderas amarillas para protestar por la presencia de la droga en el barrio. Asimismo, también protestan por la falta de colegios en el barrio como por ejemplo el centro público Moreno Rosales que lleva cinco años en obras sin alumnos. Con todo ello, las principales asociaciones vecinales se han reunido con el alcalde de Madrid para que les ayude. El primer edil José Luis Martínez-Almeida se ha comprometido a intensificar el dispositivo policial gracias a la ayuda de la Delegación del Gobierno en Madrid. Lavapiés puede cambiar.