Corinna acusa a su ex marido de chatear con el Rey Emérito en un grupo en el que la difaman

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  • Manuel Cerdán y Borja Jiménez

Corinna ha exigido a su ex marido, el príncipe germano Casimir Sayn-Wittgenstein, por medio de una carta enviada a su domicilio de Alemania a través de sus abogados londinenses, que se abstenga de participar en un grupo de WhatsApp, que se hace llamar The Pride (El Orgullo), en el que junto con el Rey Emérito de España y otros comunicantes, se dedican a verter comentarios injuriosos y difamatorios sobre ella.

En el grupo también participan el hijo de Casimir y el primer marido de Corinna, Philip Adkins, el organizador de cacerías que acompañaba a Don Juan Carlos en Botswana cuando tuvo el accidente. Corinna se casó con este empresario británico cuando tan sólo tenía 25 años y del matrimonio nació su hija Anastasia.

La ex compañera sentimental de Su Majestad (SM) Don Juan Carlos le recrimina en la misiva a su ex marido por haber participado en una campaña maliciosa contra ella por medio de un cruce de chats en el citado grupo “con el objetivo de socavar la imagen de su familia y amigos”.

Según Corinna, Casimir, el noble alemán que le proporcionó su apellido Sayn Wittgenstein, ha propagado a través de ese grupo de WhatsApp la “afirmación difamatoria” de que ella “ha robado dinero al anterior Rey de España, cuando es consciente de que es algo totalmente falso”.

Casimir contraerá este sábado matrimonio con la modelo norteamericana de 28 años, Alana Bunte, tras cuatro años de noviazgo y después de haber pospuesto la boda varios meses. La modelo internacional es famosa por su silueta y estilo andrógino, con un corte de pelo a lo garçon, y ha posado para revistas como LOVE, Muse, Interview, Elle, Vogue o Harper’s Bazaar. También ha desfilado para Louis Vuitton y Carolina Herrera, entre otras firmas.

Por las críticas de la familia de Casimir, la princesa alemana conmina a su segundo marido a que se olvide de hacer comentarios difamatorios “sobre ella y su hijo” (el de ambos, Alexander). En caso contrario, le advierte que ejercerá medidas legales contra él y su familia.

Corinna le recuerda al noble alemán que su generosidad ha sido correspondida con invectivas sobre ella. Según Corinna, Casimir Sayn Wittgenstein debería mostrar agradecimiento porque siempre lo ayudó financieramente y le condonó parte de las deudas contraídas con ella, incluso después de su separación. En cambio, su respuesta fue la de aliarse con Su Majestad (SM) para iniciar “una campaña de mala conducta” que el noble alemán y su familia “han coordinado durante bastantes años”, según recoge la carta.

Un elevado ritmo de vida

Corinna le recuerda cuáles son las obligaciones financieras contraídas con ella. Primero, el dinero que le prestó entre 2010 y 2013 “para mantener su elevado nivel de vida”, que sigue sin devolver y va aumentando con los intereses. Segundo, el incumplimiento de sus obligaciones de los pagos de manutención con respecto a Alexander, el hijo de ambos. Y tercero, la inversión de un millón de dólares en la sociedad Scimitar en 2014, que opera a través de Parag Inc. en Paraguay y Uruguay, y de la que no ha obtenido ningún rendimiento. La princesa le recuerda que le proporcionó ese dinero como “un gesto de buena voluntad y confianza hacia él”, que tampoco se ha visto correspondido.

Corinna  censura a Casimir Sayn-Wittgenstein que él y su familia llevan un ritmo de vida por encima de sus posibilidades y que, si lo han podido mantener, ha sido gracias a su generosidad: “Nuestro cliente se basa en el incumplimiento de los compromisos financieros que la ha obligado a asumir en su nombre préstamos para cubrir deudas de tarjetas de crédito, gastos de vida y alquiler…”.

La empresaria germana calcula que, entre todos los gastos, su ex tiene una deuda contraída con ella de 1,5 millones de dólares. En el dinero adeudado incluye los impagos correspondientes a la manutención del hijo de ambos, que el Tribunal Superior de Inglaterra estableció en 900 libras al mes.

Amenaza con una querella

Pero, sin duda alguna, lo más ofensivo del contenido de la carta para la imagen y la autoestima de los Sayn-Wittgenestein son los comentarios de Corinna a cerca de sus favores a la familia de su segundo marido: el pago de una comisión al primo de Casimir por la compra de la mansión Chyknell Hall en 2015; la ayuda a la recaudación de fondo para la compra de la “colección de Sayn Wittgenstein” para el Museo Hermitage de San Petersburgo; el pago de las facturas con un préstamo del tratamiento de Peter Prinz Sayn Wittgenstein; y la contribución a los gastos de manutención de la familia Marianne Furstin Sayn-Wittgenstein, entre otros.

Además, le recuerda a su marido una serie de regalos: el pago del anticipo del alquiler de seis meses del piso de Constantin en Londres, la contribución a la Fundación Filippa’s Engel Sayn y la financiación de los fines de semana para su familia en la mansión de Chyknell.

Finalmente, Corinna le conmina a que deje de participar en campañas de desprestigio contra ella o buscará una reparación moral en los tribunales de Inglaterra, Gales y en otros lugares. Y le señala el camino a seguir: abstenerse de hacer declaraciones difamatorias sobre ella o su hijo, abonar las deudas pendientes, ponerse al día con los gastos de manutención y devolver el dinero de las inversiones en Parag Inc. Le señala un plazo de cinco días para una respuesta y de 28 para su cumplimiento. Si no, a partir del 15 de junio emprenderá acciones legales contra él.

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