El CNI, harto del uso que el Gobierno da a sus móviles: «Los entregan llenos de basura, parecen niños»
El malestar en el CNI y en el Centro Criptológico Nacional es patente. En ámbitos de la inteligencia española constatan lo mal que ha sentado en La Casa el hecho de que el Gobierno haya revelado el fallo de seguridad que presuntamente permitió el espionaje con Pegasus a Pedro Sánchez y a Margarita Robles. Desde esa parte también hay quejas por el uso que le dan los miembros del Gobierno y los altos cargos del Estado a los terminales y equipos que les facilitan, así como a su «nulo interés» por los consejos de seguridad que les ofrecen.
En el CNI la conclusión estos días ante el espionaje de Pegasus es casi unánime: a nadie le coge por sorpresa que se haya colado un malware, una herramienta espía capaz de robar datos e interceptar comunicaciones, en dispositivos del Gobierno. Los técnicos que se ocupan de este tipo de labores se encuentran a diario con situaciones que revelan un uso inadecuado de estos terminales, tanto de móviles, como de iPads y ordenadores.
Lo describe así a OKDARIO un funcionario que recibe estos dispositivos de altos cargos para su análisis y puesta a punto periódica: «Los entregan llenos de basura, pinchan en cualquier web sospechosa o descargan todo tipo de chorradas. A veces te encuentras cosas que parece que estás delante de teléfonos móviles de niños».
La queja ya no sólo va dirigida al uso que le dan a estos dispositivos por parte de altos cargos del Gobierno, sino por el «nulo caso que hacen a cualquier recomendación de seguridad», tras las que recuerdan que hay decenas de horas de trabajo y documentos redactados. «Da igual que se envíen mails o se agenden reuniones para explicarles cómo deben usar los teléfonos para que no les infecten. No hacen ni caso. No va con ellos», explican a OKDIARIO fuentes profesionalmente dedicadas a velar por la seguridad de las comunicaciones del Gobierno. Del Consejo de Ministros y de sus secretarios de Estado.
«Da igual el partido»
Según explican, no es una cuestión que afecte únicamente a este Gobierno, sino también a anteriores. «Son todos iguales, no importa de qué partido sean». También hay excepciones, reconocen. Especialmente, dicen, de aquellos que tienen algún tipo de formación en el campo de la informática.
Una de las prácticas de las que más advierten los técnicos a los altos cargos del Gobierno es el uso restringido del teléfono oficial, el «blindado», para intercambiar información entre miembros del Ejecutivo. En cambio, «utilizan de forma simultánea el móvil privado y el oficial», de forma que pueden llegar a comprometer información sensible en terminales que no cuentan con el nivel de seguridad que acredita el CCN en los teléfonos y ordenadores que gestiona.
En la otra cara de la moneda también hay quien, por el motivo que sea, apenas utiliza sus dispositivos. Miembros del Gobierno que tienen casi impolutos los terminales y cuyo ‘planchado’, la técnica para borrar datos y dejarlos como nuevos, es muy simple porque apenas guardan archivos en su interior. Pese a que quienes relatan estas situaciones no señalan explícitamente a Margarita Robles, lo cierto es que a los expertos les ha llamado la atención el bajo volumen de datos que Pegasus ha conseguido extraer del móvil de la ministra de Defensa: apenas 9 megabytes, lo equivalente a unas pocas fotos o un vídeo de corta duración.