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Gobierno Pedro Sánchez

El choque con Podemos por los alquileres y la subida de impuestos retrasa los Presupuestos

El Gobierno finalizará el mes de septiembre sin un proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobado. Era la fecha marcada en el calendario de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, para empezar el recorrido de las cuentas. Pero una vez más, las diferencias en el seno de la coalición por la regulación de los alquileres y en materia fiscal, obliga al Ejecutivo a aplazar su debate en el Consejo de Ministros. Podemos, por ahora, se niega a aprobarlos.

El artículo 134 de la Constitución que establece que el proyecto de Presupuestos debe presentarse al Congreso de los Diputados «al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior» -es decir, antes de finalizar septiembre- volverá a ser incumplido por sexto ejercicio consecutivo.

El escenario actual es similar al de hace justo un año, cuando el ultimátum de los morados obligó a Pedro Sánchez a mover ficha. Se tuvo que sentar con su entonces vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y ceder ante sus pretensiones de regular el mercado del alquiler. Con ese compromiso del presidente los podemitas se quedaron satisfechos, pero un año después no se ha avanzado prácticamente en nada. Y el hartazgo por las promesas incumplidas del PSOE lleva a los de Ione Belarra a rasgarse de nuevo las vestiduras.

Sánchez ha habilitado al ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, para dirigir la negociación con Podemos sobre esta ley. Retira así las funciones que hasta ahora tenía encargado el Ministerio de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, primero en manos de José Luis Ábalos y ahora de Raquel Sánchez Jiménez. Como en todos los fuegos de alta intensidad que hay que apagar, el líder socialista confía su extinción a su bombero de confianza. Aunque este tema es más peliagudo que otros. Porque aún hay grandes diferencias entre los socios.

Fuentes de Moncloa aseguraban hace unas semanas que a muy tardar las cuentas públicas pasarían por el Consejo de Ministros del martes 28 de septiembre o el martes 5 de octubre. No pasaron esta semana ni lo harán tampoco la que viene. De esta forma Bolaños dispondrá de un poco más de tiempo, hasta la reunión ministerial del 13 de octubre, para tratar de limar las rencillas que existen con Podemos y garantizarse el apoyo cerrado de sus socios a los PGE. Quién sabe si, como el año pasado, también tendrán que escenificar con una firma su compromiso de seguir unidos.

Los socios del Gobierno

Pase lo que pase la realidad es que el trámite parlamentario de los Presupuestos ya va con retraso. Como mínimo para los intereses gubernamentales, que pretendía tenerlos listos este mismo mes de septiembre para que pudieran ser aprobados antes de finales de año. Con el plazo de enmiendas y debate, ese calendario se le complica a Moncloa. Y aunque nadie duda de que sus socios tradicionales, ERC, Bildu y PNV van a apoyar también el proyecto de cuentas públicas, el equipo negociador de Moncloa lo tendrá que sudar, aunque no contempla otro escenario que el voto a favor. Por aquello de escenificar vencedores y vencidos.

El documento que va a pasar por la mesa del Consejo de Ministros, en todos caso, está listo. Así lo trasladan a OKDIARIO fuentes cercanas a la ministra de Hacienda y Función Pública. Y de ese texto «difícilmente vaya a cambiar nada», señalan. Montero ha estado negociando con el gurú económico de Podemos, Nacho Álvarez, por lo que en su equipo dejan claro «que ya saben lo que hay». Pero reconocen que «necesitan reivindicarse y hacer ruido para su electorado». «Aunque sepan que hay cosas imposibles y lo admitan en privado», añaden. Pero para Podemos una buena regulación del mercado del alquiler parece una línea roja infranqueable.