El capitán Carmona: el ‘Top Gun’ que llevó el F-18 «al límite» y salvó su vida de milagro
El capitán Carmona accidentado en Zaragoza: un experimentado aviador con más de 1.000 horas de vuelo de experiencia
Un F-18 del Ejército del Aire se estrella en una exhibición en Zaragoza
El Ejército apunta a una «maniobra extremadamente complicada» como causa del accidente del F-18
El capitán Carmona recordará para siempre el 20 de mayo de 2023, el día en el que volvió a nacer. El F-18 que pilotaba en el marco de una exhibición aérea en la base de Zaragoza se estrelló al mediodía de este sábado contra el suelo envuelto en una nube de fuego. El capitán, un experimentado aviador del Ala 15 con más de 1.000 horas de vuelo a sus espaldas, salvó la vida de milagro y por una fracción de segundo: la que tardó en activar a pocos metros del suelo la eyección de su asiento, que le disparó fuera del caza e hizo que sólo sufriese una fractura de cadera. El mismo capitán Carmona explicaba en un vídeo de hace unos días, que ahora recupera OKDIARIO, lo complicado de este tipo de maniobras que llevan el avión «al límite».
En las impactantes imágenes del siniestro puede verse como el aparato está realizando una serie de ejercicios acrobáticos, para el deleite del público que lo observaba desde tierra, cuando el caza se queda clavado en el aire. Hasta ese momento, todo estaba previsto. Se trata de una de las fases de la maniobra de looping que en ese momento ejecutaba el capitán Carmona.
Pero en cuestión de segundos, el avión sufre lo inesperado: no obtiene la potencia necesaria y no remonta el vuelo, dirigiendo el morro de la aeronave hacia el suelo. Al realizar el ejercicio a baja cota, no da tiempo para recuperar el avión y este acaba estrellándose contra la cabecera de la pista de la base de Zaragoza. Ahora, el Ejército del Aire ha abierto una investigación para conocer si pudo darse algún tipo de fallo mecánico en los dos motores F404 que lleva el F-18 o si todo se originó en un error de cálculo.
Lo que sí está claro es que la maniobra era compleja y no exenta de riesgo, pero muy ensayada. El propio capitán Carmona, el hombre que salvó su vida al activar rápidamente la eyección, lo explicaba en un vídeo grabado por el Ejército del Aire hace tan sólo unos días. En las imágenes, que acompañan a este texto, puede verse como el capitán relata paso por paso la dificultad del ejercicio y las fases que atraviesa el avión al realizarlo.
En el vídeo, el capitán Carmona explica que muchos de estos ejercicios, como los looping cuadrados, los toneles o el vuelo invertido, buscan llevar el avión «al límite» precisamente para conocer el alcance de la potencia técnica que ofrecen. Para reducir los riesgos, los propios pilotos de las aeronaves -las mismas que se utilizan en misiones de combate- ensayan durante horas los ejercicios que van a realizar ante el público de una exhibición. Como la que tuvo lugar este sábado en Zaragoza.
Extrema dificultad
Una «maniobra extremadamente complicada» en el marco de una exhibición ante civiles. Esa es la explicación que ofrecen fuentes militares en la base de Zaragoza del suceso, en el que el piloto, con más de 1.000 horas de vuelo, consiguió eyectarse a tiempo del aparato y salvar la vida por un escaso margen. «Si llega a activar su asiento un segundo más tarde, igual no lo cuenta», explican.
La rápida reacción del piloto ante la situación le permitió comprobar que el avión no iba a recuperar el vuelo. Al activar la palanca de eyección de su asiento Martin-Baker, la cubierta de la cabina se libera, se activan los propulsores situados bajo el piloto y este sale disparado hacia el exterior, activándose en décimas de segundo el paracaídas. La escasa altura a la que lo hizo el capitán Carmona es la que le ha provocado fracturas en la cadera y alguna lesión en las piernas. Seguramente por un aterrizaje demasiado brusco.
El F-18 estrellado en Zaragoza estaba ejecutando un looping con la aeronave, como parte de una serie de ejercicios y maniobras aéreas de exhibición ante el público, congregado en una jornada de puertas abiertas en la base.
Se trata, dicen fuentes del Ejército del Aire, de una maniobra «extremadamente complicada», «muy compleja de ejecutar y con cierto riesgo», que implica llevar el avión casi a pérdida para luego activar todos los propulsores y realizar el tonel a toda velocidad. Sin embargo, la cercanía del suelo a la que se realiza puede provocar que, en caso de que la potencia sea insuficiente, el aparato acabe precipitándose contra el suelo. Lo que finalmente ocurrió en Zaragoza.
También, recuerdan, es posible que el caza sufra una pérdida de potencia en ese momento y «no entregue toda la fuerza que le pide el piloto», en cuyo caso el accidente podría haberse debido a una avería técnica.
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