España

Belarra amenazó a Sánchez con dimitir si enviaba armas a Ucrania

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La respuesta de España a la guerra de Ucrania, provocada por la invasión del país por parte de las tropas rusas por indicación de Vladimir Putin, amenaza la estabilidad del Gobierno de coalición. Las posiciones en materia de Defensa entre los dos socios son radicalmente distintas. Y aunque Pedro Sánchez y Yolanda Díaz alcanzaron un acuerdo el pasado viernes -que Podemos acata, pero no le convence- para que ningún ministro ponga en cuestión la estrategia española, ni su papel en el seno de la OTAN, la realidad es bien distinta. La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de la organización morada, Ione Belarra, ha amenazado con dimitir si a Sánchez y Margarita Robles se les ocurre mandar armamento a Ucrania, como han hecho la mayoría de países europeos.

Tal como revela OKDIARIO este martes, Podemos ha prohibido al presidente que España mande armas al país ocupado. Unas armas que deberían servir para que sus civiles y sus tropas puedan luchar contra el Ejército de Vladimir Putin. La contrapartida de los podemitas a sus socios del PSOE, para garantizar que España será uno de los pocos países que únicamente manda material de protección, como cascos o chalecos, es mantener la línea oficial que marca Pedro Sánchez. No es una cuestión menor. Al presidente le da la seguridad de que ningún miembro de su Ejecutivo pone en cuestión el papel de la OTAN -Madrid será sede de la cumbre anual este año- y a Unidas Podemos se les obliga a renunciar a su ideario en beneficio de los intereses del país.

Este lunes, en una entrevista en el Telediario de Televisión Española, Sánchez fue preguntado por las distintas sensibilidades en el sí del Gobierno. Una cuestión espinosa que el presidente evitó responder agarrándose al comodín de la culpabilidad de Putin como responsable del inicio de la guerra. En Moncloa y en el Partido Socialista saben de la fragilidad del acuerdo que alcanzaron el viernes Sánchez y Díaz, tras un comunicado de Izquierda Unida que reclamaba la disolución de la OTAN, motivo por el cual se miden al milímetro todas las palabras que se pronuncian. El presidente y los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, además de la portavoz, son las voces autorizadas. Es mucho lo que se juega el Gobierno, más allá de la cohesión interna, por posibles posicionamientos que a nivel internacional marcarían nuestro país en un conflicto que copa todas las miradas. Y en el que el Ejecutivo actúa con perfil bajo.