España
'CASO BEGOÑA GÓMEZ'

Begoña Gómez sentada en el banquillo: ésta es la imagen que Moncloa intentó hurtar a los españoles

El juez le ha preguntado si conocía los hechos por los que se la investiga y ella ha dicho: "No"

Begoña Gómez sentada en el banquillo ante el juez que la mantiene imputada por corrupción en los negocios y tráfico de influencias. Ésta es la imagen que La Moncloa intentó hurtar a los españoles con un dispositivo policial sin precedentes para blindar a la mujer de Pedro Sánchez, pero que OKDIARIO ha conseguido en exclusiva. Se trata de la fotografía de Begoña Gómez ubicada en el banquillo del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, en Plaza Castilla, donde, durante 20 minutos ha estado ante el instructor Juan Carlos Peinado con la seguridad de Moncloa aguardando en la puerta de la sala de vistas. Se trata de la primera vez que podemos ver a la mujer del presidente de España en calidad de investigada —lo que antes se conocía como imputada— ante el juez instructor.

Begoña Gómez ha llegado al juzgado dirigido por el magistrado Juan Carlos Peinado, donde se la investiga, a las 10:18 de la mañana, con 18 minutos de retraso respecto a la citación del juez señalada para las 10:00. Rodeada de al menos seis escoltas de La Moncloa, la mujer de Pedro Sánchez ha accedido a un pasillo repleto de seguridad y policías de paisano cuyo único objetivo era proteger la imagen de la mujer de Pedro Sánchez. Rápidamente, desde el ascensor, Begoña Gómez ha accedido a la sala de vistas del juzgado, donde ha tenido lugar su breve comparecencia ante el juez. Vestida de negro y con el pelo suelto se ha sentado en el banquillo. El micrófono estaba a escasos centímetros de su boca y ha amplificado su voz al contestar las preguntas del juez, que no ha accedido a la petición de no grabar en vídeo la vista para su inclusión en el sumario.

El instructor ha comenzado el interrogatorio con la pregunta de rigor con la que se empiezan este tipo de declaraciones: «¿Sabe usted los hechos por los que se la investiga». A lo que la mujer del presidente Sánchez ha contestado tajante y lacónica: «No». Tras ello, su abogado, el ex ministro de Interior Antonio Camacho, ha indicado al juez que no habían recibido la querella de la asociación Hazte Oír contra Begoña Gómez por lo que, citando jurisprudencia, la declaración se iba a producir en «indefensión» porque supuestamente Begoña Gómez no conocía todos los hechos por los que se la investiga. En ese momento, el juez Peinado ha pedido a los cinco letrados de las acusaciones populares que abandonaran la sala de vistas.

El instructor y el fiscal, durante 15 minutos, le han estado explicando a Begoña Gómez los hechos que le imputan. Lo ha hecho conocer dándola a conocer las denuncias que decía no haber leído de forma completa, puesto que no le había llegado a su despacho la ampliación de la querella de Hazte Oír. También les ha ofrecido que leyeran estos escritos durante un tiempo prudencial en el juzgado, retrasando la declaración prevista para esa mañana, pero el abogado de Begoña Gómez se ha negado pidiendo suspenderla. El juez ha convocado de nuevo a los cinco abogados de las acusaciones que ha entrado de nuevo a la sala y se les ha trasladado que se suspendía el interrogatorio.

Begoña Gómez ha salido de la sala acompañada rodeada otra vez por seis escoltas unos minutos después de acordarse la suspensión. Varias catenarias de oficina, junto a vigilantes de seguridad privada, trataban de impedir que las personas congregadas en los pasillos se acercaran a la mujer de Pedro Sánchez. Periodistas, funcionarios, abogados, etc. veían con estupor uno de los días más extraños de toda la historia de esas dependencias judiciales. OKDIARIO ha captado un vídeo exacto de la salida a toda velocidad de la esposa del jefe del Ejecutivo, pese a que la seguridad del juzgado trataba de impedir las imágenes. También lo intentaba la seguridad de La Moncloa. Sin embargo, no han podido impedir que este periódico revele la imagen histórica de Begoña Gómez ante el juez, sentada en el banquillo, durante la fase de instrucción del caso.

La sala de vistas

La comparecencia ante el juez de Begoña Gómez se ha celebrado a puerta cerrada. Nadie podía entrar, excepto la imputada, su abogado, los letrados de las acusaciones, el fiscal, el juez y el secretario judicial. El juez ha ordenado que no podían entrar a la sala de vistas los equipos jurídicos de las acusaciones. Ni procuradores, ni jefes de prensa, ni asesores legales, ni ningún otro colaborador. Únicamente los cinco letrados.

En la parte central del estrado estaban, como es habitual, el juez Juan Carlos Peinado y el secretario judicial adscrito al juzgado 41. El abogado de Begoña Gómez, Antonio Camacho, se ha colocado en un lado solo en una mesa. Los cinco letrados de las acusaciones se han situado en el lado de enfrente. El estrado ha estado ocupado por la abogada de Vox Marta Castro, Aitor Guisasola, representando al Movimiento de Regeneración Política de España y Javier María Pérez-Roldán, por designación de la asociación Hazte Oír. En esta misma esa, en la esquina, también se ha colocado el fiscal del caso José Manuel San Baldomero. Por su parte, Carlos Perales, el abogado del sindicato Manos Limpias —cuya denuncia dio origen a la causa— y el representante de Iustitia Europa, Luis María Pardo, se han ubicado por falta de espacio en la mesa a la izquierda de la mujer del presidente. Begoña Gómez se ha sentado en el centro del primer banquillo y detrás de ella había dos bancos corridos.

Disposición de la sala de vistas del Juzgado de Instrucción número 41 en la que ha declarado Begoña Gómez como investigada por corrupción en los negocios y tráfico de influencias.

Agentes de seguridad custodiaban la puerta por fuera. Se sumaban al centenar de efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en los exteriores. Un despliegue de recursos públicos de seguridad sin precedentes en los tribunales españoles, según las fuentes consultadas, que llevaba días diseñándose. Begoña Gómez jugando al despiste con varios coches con las lunas tintadas ha regresado a La Moncloa.