Sánchez no reconocerá a Guaidó si no lo hace expresamente la UE para no enfadar a Podemos

Pedro Sánchez no reconocerá al autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela Juan Guaidó mientras la Unión Europea no lo haga expresamente. El apoyo de Podemos está en juego y el presidente del Gobierno sabe quién le aupó a La Moncloa tras la moción de censura a Mariano Rajoy.

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Carlos Cuesta

Mientras Pablo Casado, Santiago Abascal y Albert Rivera pedían inmediatamente el reconocimiento de Juan Guaidó; mientras Donald Trump era el primero en dar reconocimiento internacional al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y de la oposición democrática venezolana; y mientras el propio Donald Tusk compartía el mensaje frente al dictador Maduro; mientras todo eso ocurría, el presidente Pedro Sánchez se ponía de perfil y daba orden de esperar hasta tener un comunicado oficial de reconocimiento de la UE para aceptar oficialmente a Guaidó. La explicación era obvia: el PSOE mantiene un pacto con Podemos y el partido de Iglesias no tardaba en rechazar cualquier reconocimiento a un opositor al que calificaba de golpista.

Sánchez sabía lo que hacía al poner como disculpa la UE. Y es que Europa no tardaba en ponerse de perfil tras una consulta de emergencia a los 28 Estados Miembros. La UE optaba por dar apoyo sin reconocimiento oficial internacional, tal y como mostraba el comunicado de la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.

Tibieza de la UE

El texto del documento es claro: no se reconoce, al menos por el momento, al líder opositor como presidente, pero tampoco se critica su decisión de autoproclamarse presidente interino. Todo mientras se otorga legitimidad y apoyo a la Asamblea Venezolana.

«El 23 de enero, el pueblo de Venezuela pidió masivamente democracia y la posibilidad de determinar libremente su propio destino. Estas voces no pueden ser ignoradas», señala el comunicado. «La UE pide encarecidamente el inicio de un proceso político inmediato que conduzca a elecciones libres y creíbles, de conformidad con el orden constitucional. La UE apoya plenamente a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente cuyos poderes deben ser restaurados y respetados», añade.

Traducido: que si se piden elecciones es porque no se reconoce a Guaidó, aunque se le muestra apoyo. Y todo ello, mientras se recuerda que “los derechos civiles, la libertad y la seguridad de todos los miembros de la Asamblea Nacional, incluido su Presidente, Juan Guaidó, deben ser respetados”.

España sabe que esto es lo máximo que se puede esperar de esta Unión Europea. Y ese es su parapeto perfecto para no molestar ni a parte de sus votantes más radicales, ni a su competidor por el voto y socio, Podemos.

Donald Trump fue el primero en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino. Después, gran parte de los líderes de países sudamericanos como Argentina, Colombia o Brasil, se ponían del lado de la democracia encarnada en Guaidó. Igualmente lo hicieron los líderes de PP, Vox y Ciudadanos, que exigieron el reconocimiento inmediato a Sánchez.

Internamente, el Gobierno de España filtraba un temor a acontecimientos violentos en Venezuela. Un factor que, aseguraban, recomendaba esperar a contar con toda la información y apoyo de Europa para tomar una decisión.
La realidad, sin embargo, es distinta. Y es que uno de los principales socios del PSOE en el Gobierno es Podemos y los vínculos de Podemos con la Venezuela chavista han sido históricos y obvios.

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