El presidente de Enresa aupado por Vara enchufó a su yerno en el chiringuito energético del PSOE

José Luis Navarro
José Luis Navarro
Carlos Cuesta

El actual presidente de la entidad pública Enresa -la gestora de los residuos nucleares-, José Luis Navarro, enchufó y blindó a su yerno, Javier Ordóñez Muñoz, en la Agencia Extremeña de la Energía (Agenex). Esta agencia acaba de saltar a los medios a causa de un escándalo de enchufismo, uno más, que se suma a la larga lista de casos derivados de la utilización de las empresas y entes públicos extremeños como auténticas agencias de colocación del PSOE. Uno más de los chiringuitos del presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara.

El enchufe del yerno del ahora presidente de Enresa fue ya en 2009, durante la primera legislatura del presidente socialista, cuando Navarro era nada menos que consejero de Vara con competencias en Energía. Fruto de ese cargo, Navarro controlaba, además, Agenex, y allí enchufó a su yerno, al amparo de un contrato por obras y servicios vinculados a proyectos de la agencia.

Pero aquello debió parecerle poco enchufe. Y, ya en la presente legislatura, aprovechando nuevamente su cargo de consejero y presidente de Agenex, Navarro blindó a su yerno en este ente público, haciéndole un contrato indefinido como personal de la agencia y, además, subiéndole el sueldo. Todo ello, justo antes de ser premiado como presidente de Enresa.

Según revela el acta de la reunión ordinaria de la asamblea de Agenex, celebrada el 3 de febrero de 2016 bajo la presidencia de Navarro, y a propuesta del actual director de la agencia, Cosme Segador, se acordó la conversión en contrato indefinido del personal que, por la concatenación de varios contratos por obras y servicios, estaba en una situación de “contratación indefinida de hecho”.

El yerno del presidente de Enresa, casualmente, salía premiado de ese cambio. Y pasó, así, a ser personal indefinido de Agenex. El blindaje trajo, además, un segundo premio: un incremento de sus retribuciones, pasando a cobrar 32.630 euros anuales, una cantidad que casi duplica los 18.687 euros que cobraba en 2009 con su contrato inicial.

El yerno del presidente de Enresa, casualmente, salió premiado del cambio realizado en 2016, duplicándose el sueldo que percibía

Se da la circunstancia de que, en 2013, durante la asamblea ordinaria de Agenex, presidida por el entonces consejero ‘popular’ José Antonio Echávarri, se aprobó un cambio el organigrama de la agencia, por el que Javier Ordóñez Muñoz pasó a ocupar el cargo de jefe del Área Internacional.

Tal y como consta en el acta de esa reunión, la asamblea de Agenex acordó igualmente que las modificaciones en el organigrama “no” podían implicar “una subida retributiva o compensación económica”. Sin embargo, a pesar de la existencia de este acuerdo, el salario de Ordóñez Muñoz ha sufrido varios incrementos periódicos, no aprobados por la asamblea de la agencia, hasta alcanzar los 32.630 euros que percibe actualmente.

Blindaje al director de Agenex

Hace unos días publicó OKDIARIO que el actual director de Agenex, Cosme Segador, también fue blindado por Navarro en un cargo para el que es incompatible, y es que es propietario del 50% de una empresa del sector energético -Fotovoltaica Del Prior 6 S.L.-.

Para colmo, Segador está casado con la secretaria ejecutiva de Cambio Climático del PSOE de Extremadura, Eva Chinarro, y fue nombrado director de Agenex por José Luis Navarro, en una asamblea extraordinaria, celebrada en diciembre de 2015, en la que se acordó que el contrato del director general del ente fuese de dedicación exclusiva y con un sueldo de casi 50.000 euros.

Con este contrato, el gobierno de Fernández Vara rompía la que hasta entonces había sido una práctica habitual en la Agencia, cuyo puesto de dirección general siempre había estado ocupado por un profesor de la Universidad de Extremadura, con dedicación parcial, y con un salario tres
veces inferior al fijado para Segador.

En recompensa por este trato de favor recibido por parte de Navarro, Segador se prestó a elevar a la asamblea de Agenex la propuesta para modificar el contrato del yerno del presidente de Enresa y convertirlo en personal fijo de la agencia, con una subida de sueldo que no ha sido aprobada por el resto de socios de la agencia y que además vulnera acuerdos anteriormente adoptados por el ente público.

A todo esto, Navarro, saltó sin gran disimulo de partidismo, directamente desde el cargo de consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura, al puesto de presidente de la empresa pública Enresa. Y todo ello tras haber intervenido como consejero de Extremadura en proyectos de su propia consultora. Porque el nuevo presidente de Enresa fue directivo en una consultora privada —Arram— que no dudaba en garantizar a sus clientes luz verde en los informes medioambientales exigidos por la comunidad autónoma. Y ello pese a haber estado en distintos puestos de los gobiernos autonómicos de Guillermo Fernández Vara.

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