Podemos quiere que se dé clases a los niños de 6 años sobre qué medios son buenos o malos

Podemos quiere que la «alfabetización mediática» se convierta en una asignatura obligatoria en los planes de estudio de Primaria-desde los seis años- Secundaria y Bachillerato.

Así figura en ‘Documento programático de cultura y comunicación’, la propuesta programática del partido en lo relativo a los medios de comunicación. La asignatura, impuesta en todos los niveles educativos, tiene como objetivo, según Podemos, «crear una ciudadanía crítica y proactiva en su relación con el audiovisual y los medios de comunicación».

El partido de Pablo Iglesias no concreta más allá, aunque sí esboza otras medidas que complementan la anterior, y dirigidas a otro tipo de públicos. Así, la formación planea también una ‘Escuela de espectadores’ (EDE), un organismo que, según se explica en el texto, «funcionará como un sistema específico de mediación cultural y formación de públicos en cualquier clase de manifestación artística y cultural».

El partido plantea también una ‘Escuela de espectadores’, dirigida a la «formación de públicos»

«La EDE será un proyecto público al que estarán llamados a colaborar instituciones públicas y privadas, fundaciones, asociaciones profesionales, redes comunitarias y personas particulares. Integrará y coordinará el desarrollo de todas las iniciativas públicas y privadas sin ánimo de lucro, pensadas para impulsar y poner en marcha servicios y departamentos educativos específicos e interdisciplinares en salas de teatro, danza, cine y música, museos, centros culturales, fundaciones y cualquier otra entidad o espacio cultural», añade.

«Una audiencia activa»

Podemos busca así formar a los públicos en una idea preconcebida sobre los medios de comunicación. En otro apartado, el partido señala su intención de realizar campañas «para una audiencia activa», que permitan «el conocimiento de la realidad mediática» y con el objetivo de «concienciar al conjunto de la ciudadanía acerca de la importancia de los medios de comunicación en el funcionamiento democrático de nuestra sociedad».

Podemos quiere una «audiencia activa» que colabore en la elaboración de contenidos en los medios

Asimismo, «se fomentará la implicación y participación directa de la ciudadanía en los medios sin ánimo de lucro y de titularidad pública, tanto en la gestión como en la elaboración de contenidos». Esto se hará, como ya informó OKDIARIO, a través de organismos como el Consejo Social. 

Otras entidades que impulsarán la participación de los ciudadanos en la elaboración de contenidos, como pretende Podemos, son el Observatorio de la Cultura, el Defensor del Usuario o distintos «proyectos educativos». «En este sentido, se abrirán líneas de colaboración con la sociedad civil para superar la concepción de una audiencia pasiva hacia un rol activo en la conformación de un debate plural y una información de calidad», concluye.

Podemos revela así su intención de orientar los contenidos para sus propios fines. El Consejo Social, por ejemplo, estará integrado por miembros elegido por asociaciones sin ánimo de lucro “representativas de sectores significativos de la sociedad española”. Es decir, entre ellas, las ‘mareas’ que en los últimos años han protagonizado la movilización social en favor del partido de Pablo Iglesias.

Este organismo, que viene a sustituir al actual Consejo asesor de RTVE, tiene entre sus funciones «la garantía del correcto cumplimiento de los derechos humanos y sociales recogidos en la Constitución Española y la aprobación de los informes sobre el cumplimiento del servicio público en función de los compromisos fijados por contrato-programa”. Además, podrá sancionar y cesar a los miembros del Consejo de Administración de RTVE, en el caso de que se detecten “conflictos de intereses o incumplimiento de funciones y compromisos”.

Podemos impone además sus criterios para la elaboración de contenidos. Así, destaca que «se realizarán campañas de protección de la diversidad cultural, lingüística, sexual y de género, fomentando la representación paritaria y no estereotipada y el lenguaje inclusivo».