La oposición de Murcia incapaz de llegar a un acuerdo para desbancar a Sánchez

La división de la oposición de Murcia hace imposible llevar adelante una fórmula para desalojar al presidente regional, Pedro Antonio Sánchez.

El último movimiento, este viernes, ha llegado desde el PSOE murciano, cuyos trece diputados han firmado una moción para desbancar a Sánchez y hacerse con el gobierno regional.

La iniciativa ha sido respondida de inmediato desde Ciudadanos, donde aseguran que sólo la apoyarán si conduce a nuevas elecciones. «No lo haremos para decirle al PP, ‘quítate tú que ya vengo yo’», ha resumido el secretario general de la formación ‘naranja’, José Manuel Villegas.

Los de Rivera anunciaron este jueves que el próximo lunes promoverán su propia moción si Sánchez no cumple con el ultimátum que le dieron días atrás y que incluía solo dos opciones: o dimitía o convocaba elecciones de inmediato. La moción de censura que propone Ciudadanos sería para anticipar comicios, pero nunca para apoyar al PSOE en un gobierno tripartito con Podemos.

La aritmética parlamentaria hace así imposible que ninguna de las dos mociones prospere. La del PSOE, porque aún no tiene los apoyos necesarios para asegurarse una mayoría en el Parlamento autonómico-donde necesitaría de 23 diputados, por 22 del PP, esto es, toda la oposición junta. La de Ciudadanos, porque ni siquiera reúne los avales suficientes para registrarla. De acuerdo al reglamento de la Asamblea de Murcia se requiere la firma de al menos el 15 por ciento de los diputados. Ciudadanos tiene cuatro.

El PSOE sí contaría en la votación con el apoyo de Podemos, aún así insuficiente. El portavoz de esta formación, Óscar Urralburu, había instado este jueves a los socialistas a tomar la iniciativa.

«Por Dios, pido al PSOE que saque a Murcia de este atolladero», dijo Urralburu. En Podemos tienen claro que la única «solución» a la crisis murciana pasan por apoyar la moción socialista y formar gobierno y tratan de evitar al máximo una posible convocatoria electoral. Ello, pese a que la relación con sus potenciales ‘socios’ es pésima. Ni con el PSOE ni mucho menos con Ciudadanos existe ninguna afinidad. Por su parte, Rivera trata de evitar una alternativa que le coloque en la foto con los de Iglesias.

La iniciativa del PSOE coloca sin embargo a Ciudadanos en una posición comprometida ya que, o bien la apoya finalmente, incumpliendo su hoja de ruta, o aplaza su postura sine die, hasta que el juez tome una decisión sobre Sánchez. El problema es que los tiempos políticos van a distinto ritmo que los judiciales. El juez ha recibido más documentación, lo que puede dilatar la decisión sobre si finalmente desimputa al presidente regional.

El PSOE, «descolocado» por C’s

Ese es el plan que los socialistas sospechan de Rivera. «Quieren que la Justicia les resuelva la papeleta», insisten, en privado. Solo así dicen entender el último movimiento, que este jueves, admiten, les dejó totalmente «perplejos».

Ua «huida hacia adelante», o una forma de escenificar «que no están de brazos cruzados, aunque lo que plantean es absurdo, porque no tienen ninguna posibilidad», fueron las frases más repetidas en círculos socialistas.

El portavoz de Ciudadanos en la región, Miguel Sánchez, se reunió con Albert Rivera y José Manuel Villegas este martes, en Madrid, para acordar los próximos pasos ante el vencimiento del plazo a Sánchez. Dos días después, anunciaron su intención de seguir adelante con una moción «instrumental».

Sin negociación

Pese a que el PSOE emplazó a la oposición a mantener distintos encuentros para acordar una propuesta común, las negociaciones han caído en saco roto. Sólo se reducen a conversaciones «de pasillo» en la Cámara autonómica.

La disparidad de posturas hace imposible así hallar una fórmula para quitar el poder Sánchez, que no dimitirá salvo que su imputación sea formal, como recogen los Estatutos del PP. El presidente regional está avalado por la cúpula de su partido, que le blinda frente a las iniciativas de la oposición. El presidente autonómico está imputado por los presuntos delitos de prevaricación continuada, fraude, falsedad en documento oficial y malversación de caudales públicos.

La dirección del PSOE no ha dado el paso hasta que la Gestora socialista diese luz verde. Las conversaciones entre Murcia y Madrid son permanentes, confirman fuentes socialistas. En la comunidad se niega la comentada «mala relación» entre ambas direcciones, incluso los intentos de la Gestora de no presentar esa moción para evitar que Tovar, próximo en su día a Pedro Sánchez, ascienda a la presidencia.

Los socialistas descartan unas nuevas elecciones ahora, porque ello no eximiría de volver a las urnas en 2019. Una circunstancia, consideran, que implica un coste, en poco tiempo-unos cuatro millones de euros por cita electoral-que no es asumible para la Región.

«Esta región necesita un gobierno que gobierne, manifiestamente defensor de la ética pública, que sea capaz de generar una esperanza social en nuestro futuro como región y ponga en marcha la superación de la indolencia, la ineficacia y el desastre ético que este gobierno ha creado», se argumenta en la moción del PSOE.

Los socialistas han elaborado un plan de 25 puntos coincidentes con los programas de Podemos y Ciudadanos. Hasta ahora insuficiente para convencer a Rivera de que la única solución pasa por apoyar su iniciativa.

El PP «paso a paso»

Entre tanto, desde el PP se aferran al proceso judicial y tratan de ir «paso a paso». Los populares habían amenazado con disolver la Cámara autonómica en caso de que la oposición tomase medidas contra Sánchez.

El caos de la oposición es así un balón de oxígeno. El adelanto electoral no es visto con ningún temor, aunque es cierto, se admite, que toda cita con las urnas tiene sus incertidumbres. Si durante la campaña, Sánchez, como confían, es desimputado, sería un argumento suficiente para desbancar a la oposición e imponerse de forma rotunda.

Por lo pronto, este mismo lunes declaran en el TSJ de Murcia tres peritos favorables para Sánchez. En el PP confían en que la causa quede así archivada.