El paso atrás del gran referente liberal del PP

Ha sobrevivido a un accidente de helicóptero, en el que volaba junto a Rajoy, a un atentado terrorista en un hotel de Bombay y a un cáncer de mama. Su retirada de la presidencia del PP de Madrid –aunque no de la vida política– pone fin a una era de su partido.

La imagen de Esperanza Aguirre perseguida por los guardias de tráfico de Madrid hasta las puertas de su casa, por aparcar en un carril bus para sacar dinero del cajero automático, probablemente no le hizo perder ni un solo voto. Casi todos los madrileños detestan por igual a los «agentes de movilidad».

Pero se convirtió en la mejor metáfora de un PP que, tras haber haber obtenido una mayoría absoluta sin precedentes en la democracia  y haber gobernado en casi todas las Comunidades autónomas, vive envuelto en una pesadilla, siempre con los jueces y fiscales pisándole los talones.

Mientras Mariano Rajoy vaciaba de contenido al PP, para adaptar su agenda a los dictados demoscópicos del augur Pedro Arriola, Esperanza Aguirre seguía siendo el referente ideológico del sector liberal del partido.

Una batalla perdida

Pero se le pasó su tiempo. Ocurrió en el Congreso nacional del PP celebrado en Valencia en 2008, en el que Esperanza Aguirre no se atrevió a dar el paso de optar a la presidencia del partido.

Ya en aquel momento, Mariano Rajoy demostró que no tendría miramientos con quienes intentaban moverle la silla e invitó a los liberales a abandonar el partido. El PP había renunciado a una de sus señas de identidad ideológica. Esperanza Aguirre había perdido la batalla sin llegar a disputarla.

Como presidenta de la Comunidad de Madrid, ha demostrado que las políticas liberales, las bajadas de impuestos y los esfuerzos para recortar el déficit son la única receta eficaz para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.

La rivalidad con Gallardón

Quizá por ello, los éxitos de Aguirre en el Gobierno regional se convertían en un reproche para un Mariano Rajoy que, tras ganar las elecciones de 2011, lo sacrificó todo –también su promesa más emblemática, la rebaja de impuestos– al objetivo de salir de la crisis con la menor contestación social posible.

Pero Rajoy ya había mostrado antes sus preferencias ante la rivalidad entre el alcalde de Madrid de las obras faraónicas, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Metió al primero en su candidatura del Congreso de los Diputados y lo hizo ministro de Justicia. Ruiz Gallardón ni siquiera agotó el mandato: presentó la dimisión en septiembre de 2014, alegando que el presidente del Gobierno no le dejaba sacar adelante su reforma de la Ley del Aborto.

Otro compromiso ideológico que el PP de Rajoy dejaba por el camino, al igual que las promesas de bajar impuestos y garantizar la independencia de la Justicia.

Ofreció la Alcaldía a Carmona

En cuanto a Esperanza Aguirre, Rajoy creyó desactivar definitivamente sus aspiraciones al relegarla a la candidatura a la Alcaldía de Madrid en las elecciones municipales de 2015.

Tras el mal resultado obtenido –equiparable al registrado por los populares en el resto de España– Aguirre ofreció la Alcaldía al socialista Antonio Miguel Carmona, para evitar que gobernara Ahora Madrid, la marca blanca de Podemos.

Tras rechazar este ofrecimiento, el PSOE es hoy corresponsable de todos los errores y desmanes del equipo de gobierno de Manuela Carmena, más empeñado en cambiar los nombres de las calles en un particular ajuste de cuentas con la Guerra Civil, que en atender las necesidades sociales de los madrileños.

Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense, Esperanza Aguirre (Madrid, 1952) ha sido la primera mujer en presidir la Comunidad de Madrid (2003-2012) y el Senado. Ha sido presidenta del PP de Madrid desde 2004.

Ministra del Gobierno de Aznar

Tras militar en el Partido Liberal en los años 70, se afilió a Alianza Popular bajo la presidencia de Manuel Fraga. Inició su carrera política en 1983 como edil del Ayuntamiento de Madrid.

Obtuvo el acta de senadora por Madrid en los comicios de 1996 y se incorporó al Gobierno de José María Aznar como ministra de Educación y Cultura. En 1999 se convirtió en presidenta del Senado, cargo al que renunció en 2002 para optar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Se retiró de la vida pública en 2012 para recibir tratamiento médico, después de que le fuera detectado un cáncer de mama. Desde las elecciones municipales del pasado mes de mayo, encabeza el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid.

Tal como ha anunciado hoy, va a mantener el puesto de portavoz popular pese a haber renunciado a la Presidencia del PP de Madrid.