Críticos de Podemos se unen para denunciar la «casta» en la que se ha convertido el partido
Expulsados y expedientados de Podemos han organizado una rueda de prensa en un bar de la plaza Tirso de Molina de Molina de Madrid en el marco de un encuentro nacional de «aquellos que promueven el proyecto original de Podemos y por ello sufren las represalias de la dirección». Los críticos no han dudado en denominar al partido como «casta».
Bajo el lema ‘Unid@s Podemos 15M’, miembros de ocho comunidades autónomas se han unido para hacer frente a las imposiciones de la cúpula del partido. La rueda de prensa ha sido protagonizada por Montserrat Seijas, diputada autonómica de Baleares y purgada por la dirección; Fernando Barredo, miembro electo del consejo autonómico de Castilla-La Mancha; Enric Martínez, primer afiliado en denunciar el abuso de Podemos ante los tribunales; Luisa Cayetano, inscrita en Podemos Galicia y Ana Bayón, expulsada del partido junto a otras 11 personas por presentar un manifiesto ante los medios de comunicación solicitando la dimisión del secretario general de Podemos en Extremadura.
«Estamos creando una red de solidaridad entre activistas decepcionados», comentaron. «Nos purgan por el simple hecho de ejercer la libertad de expresión, a la que hemos estado censurados durante tanto tiempo durante la dictadura y que ahora no aceptamos», aseguran.
La corriente de críticos crece a medida que el partido elimina a aquellos que no comulgan con sus ideas: «Hay muchos que están con nosotros y nos apoyan, pero no quieren aparecer en listas purgables», sentenciaron.
Los críticos se presentan como defensores de «aquello que se defendió en el 15M» y dicen no deberse «a ningún líder». «Queremos denunciar la corrupción de Podemos y la injusticia que está cometiendo el comité de garantías», comentaron acerca del órgano de decisión interno encargado de mediar entre los miembros de Podemos y la cúpula.
Denuncian que el partido se ha alejado de su esencia y que su «prioridad está siendo asegurarse puestos retribuidos» y no defender «lo que necesita la gente».
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