Las ‘tiny houses’ llegan a España para revolucionarlo todo: esto es lo que cuestan

El movimiento de las ‘tiny houses’ surgió en los Estados Unidos en los años 2000, y desde entonces su popularidad ha crecido como la espuma a nivel mundial. Aquellos que optan por vivir en estas casas lo hacen por múltiples razones, como la reducción de gastos, el deseo de una vida más sostenible y minimalista, así como la búsqueda de libertad y flexibilidad.

Estas viviendas, que pueden ser móviles o fijas, ofrecen distintas posibilidades. Las casas móviles son remolcables, lo que permite a sus propietarios trasladarse a diferentes lugares. Por otro lado, las casas fijas se construyen en terrenos permanentes y pueden requerir algún tipo de cimentación para su instalación definitiva.

Las ‘tiny houses’ están disponibles en un amplio abanico de diseños, desde construcciones simples de una habitación hasta estructuras más complejas con múltiples dormitorios. En su interior, suelen utilizar muebles plegables y multifuncionales para aprovechar al máximo el espacio.

El auge de las ‘tiny houses’ en España

Las mini casas se consideran una alternativa atractiva para vivir debido a una serie de ventajas significativas. Son asequibles, permitiendo tener una vivienda de dimensiones reducidas por un precio similar al de un coche nuevo. Además, ofrecen la posibilidad de estar en contacto directo con la naturaleza, ya que se pueden instalar en zonas rurales.

Las casas pequeñas no solo tienen un coste inicial significativamente más bajo que el de las viviendas tradicionales, sino que también son mucho más económicas de mantener. Por ejemplo, muchas ‘tiny houses’ tienen baños de compostaje que descomponen los residuos de manera natural, prescindiendo de la necesidad de estar conectadas a un sistema de alcantarillado.

Vivir en una casa pequeña es una opción inteligente para aquellos que se consideran minimalistas. En general, cuanto más espacio tienes, más cosas tiendes a acumular. El cambio a una casa pequeña fomenta concentrar tiempo y energía en otras áreas, como disfrutar de la naturaleza o compartir momentos con familiares y amigos.

Origen

En los Estados Unidos, el diseñador Jay Shafer se convirtió en una referencia clave en el movimiento de las casas pequeñas. En 1997, Shafer creó una casa diminuta que incluía lo esencial: espacio para ropa, muebles básicos, una cocina con utensilios mínimos y lo necesario para la higiene diaria. Su enfoque minimalista y funcional captó la atención y se volvió muy famoso en el ámbito del diseño de ‘tiny houses’.

Normativa

La distinción entre bienes inmuebles y bienes muebles es fundamental para comprender cómo se clasificaría una mini casa en términos legales. Según el Código Civil, los bienes inmuebles son aquellos que se encuentran adheridos al suelo, como edificios, tierras, caminos y construcciones de cualquier tipo. Por otro lado, los bienes muebles son aquellos que pueden ser transportados de un lugar a otro sin afectar la estructura inmueble a la que están unidos.

Si se decide anclar la mini casa a un terreno específico, se consideraría un bien inmueble y estaría sujeta a la normativa de construcción y edificación correspondiente, como lo establecido en la Ley de Ordenación de Edificios y el Código Técnico de Edificación. Por el contrario, si se desea tener la capacidad de mover la mini casa de un lugar a otro, se consideraría un bien mueble y podría caer bajo la regulación existente para viviendas móviles o tipo caravanas.

Al instalar una mini casa móvil, los requisitos pueden ser menos estrictos en comparación con las casas modulares, ya que las mini casas móviles suelen tener una movilidad incorporada. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que, a pesar de su movilidad, a efectos urbanísticos y legales, estas mini casas son consideradas como edificaciones.

En definitiva, pesar de ser móviles, las mini casas también están sujetas a regulaciones y normativas urbanísticas.