Economía
ELECCIONES ESTADOS UNIDOS

Tesla se dispara un 14% en bolsa tras la victoria de Trump y el mercado ensalza la relación con Elon Musk

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Tesla está disparada en bolsa con ganancias que rozan el 14%, tocando unos máximos que no veía desde julio de 2023 en el Nasdaq, y celebra así la victoria de Donald Trump en la elecciones de Estados Unidos. Las políticas proteccionistas y el desarrollo de la industria americana frente al extranjero impulsan a la compañía que dirige Elon Musk -amigo personal de Trump- mientras que han castigado a todo el sector automovilístico en Europa.

El mercado especula incluso con que la influencia que Musk puede tener, de la mano de Donald Trump, para elegir el rumbo de ciertas políticas gubernamentales, pueden ser muy beneficiosas para el sector del automóvil estadounidense en general, y para Tesla en particular. De hecho, los rumores apuntan a que Musk podría tener incluso un puesto dentro de la nueva Administración Trump.

El magnate ha prometido al empresario de origen sudafricano durante la campaña electoral ser el nuevo «secretario de reducción de costes», lo que le daría competencias para reducir el peso de los funcionarios en la administración pública del país.

Relación ‘electoral’

Durante los últimos meses de campaña, el propio Elon Musk ha donado, al menos, 130 millones de dólares para la causa trumpista, impulsando además los mítines y publicitando los discursos de Donald Trump y de su candidato a vicepresidente J.D. Vance. También ha puesto en marcha todos los engranajes de la red social de su dominio, X, con un sinfín de mensajes de apoyo al magnate neoyorquino.

A modo de respuesta, Trump ha propuesto durante la campaña electoral aranceles del 10% a la importación sobre todos los productos fabricados en el extranjero y de hasta el 100% sobre todos los vehículos importados. Una posible decisión en firme que beneficiaría, en un principio, a fabricantes estadounidenses como Tesla, pero también otros ligados a la combustión como Ford o General Motors.

Sin embargo, si bien Tesla tiene una escalada en la industria de los vehículos eléctricos, lo que podría ofrecer una clara ventaja competitiva a la compañía en un futuro sin subsidios a los coches de batería, el resto de fabricantes esperan ahora una oleada en su contra desde que el 20 de enero de 2025 Trump vuelva a ser investido en las escalinatas del Capitolio en Washington.

Y este aspecto se ha dejado notar en el comportamiento en Bolsa del resto de fabricantes de coches eléctricos en Estados Unidos. Rivian Automotive se deja más de un 9% de capitalización y Lucid Group –controlada por el Fondo Soberano de Arabia Saudí, un 4,4%.

Varias casas de análisis consultadas por Europa Press creen que la victoria de Trump será un elixir para Tesla. Wedbush calcula que los títulos podrían sumar hasta 50 dólares al precio por acción si, además, se consigue implementar de una manera eficaz el sistema de conducción autónoma Full Self Driving a partir de 2025.

Sin embargo, para Tesla, a pesar de ser positiva ‘a priori’ la llegada del Trump al Despacho Oval no lo es tanto el hecho de que los republicanos hayan conseguido tomar el control del Senado de Estados Unidos, hasta ahora en manos de los demócratas, tras conseguir una mayoría de 51 escaños sobre 100. En la Cámara de Representantes, el recuento también ofrece una victoria clara para los republicanos a la espera de la proclamación del resultado final.

Y es que Musk se enfrenta a que, con la dirección de la derecha en el Congreso del país, se deroguen múltiples disposiciones relacionadas con el vehículo eléctrico y a la supresión de los requisitos de emisiones contaminantes y de consumo de combustible, lo que podría limitar los ingresos de Tesla generados por la venta de créditos ambientales a los fabricantes que luchan por cumplir con la normativa de la administración demócrata.

No obstante, Musk ha restado importancia a la amenaza de cualquier retroceso en los incentivos gubernamentales para los vehículos eléctricos, al tiempo que ha hecho hincapié en el potencial de las empresas para beneficiarse de la desregulación.

Durante la presentación de los resultados trimestrales de Tesla hace unas semanas, Musk llegó a pedir una aprobación acelerada de la tecnología de los vehículos autónomos y a admitir que «trataría de conseguirlo» si, finalmente, Trump lo escoge para desempeñar un trabajo en la nueva administración.