Economía
el fondo TCI tiene un 10% de Atlanti

El segundo accionista de Atlantia apoya la oferta de ACS por Autostrade y rechazará la del Gobierno italiano

El segundo accionista de Atlantia, el fondo de cobertura británico TCI, que tiene un 10% del capital, apoya los planes de la española ACS para comprar su filial de autopistas, Autostrade, y rechazará la oferta que ha hecho el Gobierno italiano. Un socio del fondo ha calificado de «expropiación» la oferta italiana, que será estudiada este viernes en el consejo de Atlantia, firma controlada por la familia Benneton con un 30,2% del capital.

La oferta italiana presentada por el banco público italiano Caja Depósitos y Préstamos (CDP) y los dos fondos Blackstone y Macquarie valora Autostrade en 9.100 millones de euros, inferior a los 11.000 millones que TCI y otros accionistas creen que vale.

El consejo de Atlantia expondrá después la propuesta a los accionistas para que se pronuncien antes del 28 de mayo en una junta y TCI ya adelanta que se opondrá. «Vamos a rechazar esta oferta primero porque la compañía en 2017 valía en torno a 15.000 millones de euros y ahora hablamos de 9.000 millones. Segundo, porque hay un conflicto de interés, si los Benetton quieren salir, pueden vender su participación sin imponer una venta a un precio muy bajo para los accionistas minoritarios, como en este caso», ha señalado a Efe el responsable de análisis de inversiones y socio de TCI Jonathan Amouyal.

Sin embargo, se mostró a favor del interés de ACS, que ha dicho que estaría dispuesto a conversar con todos los inversores, incluso con el Estado italiano, pero que todavía no ha presentado ninguna oferta formal. «Me encantaría que todas las compañías del mundo tuvieran de gestor a una persona como Florentino Pérez. Tiene todo nuestro apoyo en esto. Estamos de acuerdo con un precio de 10.000 millones (que es lo que ACS ofrecería)», opinó.

Acción de oro

El Ejecutivo italiano no se ha pronunciado oficialmente por el interés de la constructora española pero el ministro de Infraestructuras, Enrico Giovannini, señaló recientemente que Roma podría ejercer, si lo creyera conveniente, el llamado «golden power» o acción de oro, que permite al Estado intervenir en operaciones de mercado para empresas italianas «estratégicas» frente a intromisiones extranjeras hostiles.

Algo que critica ahora el fondo TCI. «¿Por qué el Gobierno español no tiene problema de vender Abertis a los italianos, pero los italianos no pueden vender ASPI a los españoles?», se preguntó Amouyal. «Estamos en Europa, no debería haber estos problemas», condenó, al tiempo que opinó que «Italia no está por encima de la ley» y que, igual que ve con agrado los cerca de 200.000 millones que podrá recibir del Fondo europeo de Recuperación, debería «respetar los principios fundadores de Europa».