Economía
ESPAÑA VA BIEN

Saudíes, Sánchez y una investidura

  • Patricia Sanz
  • Abogado, periodista y máster tributario de Garrigues. Antes, asesora fiscal por Luxemburgo y España, ahora, redactora jefe de Economía de OKDIARIO.

Detrás de las grandes operaciones mercantiles a veces se esconden grandes historias. La de Saudi Telecom Company (STC Group) convirtiéndose en el accionista principal -aunque no mayoritario- de Telefónica es una de ellas. Si hace una semana este periódico demostró que el Ejecutivo conocía de la operación desde hacía meses puesto que, para entendernos, las acciones de la teleco española se fueron comprando de poquito en poquito en la Bolsa de Madrid por un mismo fondo perfectamente identificado, ahora sabemos que el círculo se acota. Presidencia del Gobierno autorizó la visita secreta a España del ministro de Defensa saudí y otros tantos miembros de su Familia Real, a tres días de anunciarse la entrada del grupo saudí en la multinacional española de telecomunicaciones. ¿Significará esto el fin de una posible investidura del segundo candidato a la Presidencia, Pedro Sánchez?

Sí, una cuadrilla de tres aviones procedentes de Riad, con escala en Alemania y Reino Unido, acabaron en la madrileña base militar de Torrejón de Ardoz, a 72 horas de anunciarse la entrada del grupo saudí en Telefónica. Dos de los aeroplanos aparecieron mágicamente, días después, en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez para terminar, con parada técnica en Riad, en Nueva Delhi, directos a la Cumbre del G20.

Mapa del trayecto que realizó una de las tres aeronaves saudíes que vinieron a Madrid.

Del paso de los saudíes por España ni se enteró Pallete ni el Rey, pero sí Pedro Sánchez o, al menos, la vicepresidente Nadia Calviño. Mientras el presidente eludió el G20 por un oportuno contagio de Covid, la ministra de Asuntos Económicos negó haberse reunido con el príncipe saudí, Mohamed bin Salman, durante la celebración del mayor foro intergubernamental del mundo en materia económica y financiera. Pero, ¿y en Madrid, justo antes de cerrarse la operación Telefónica?, ¿tampoco la mano derecha de Sánchez se vio con ninguno de los 60 saudíes que aterrizaron en la capital? Este diario ha demostrado que su Presidencia conoció de la visita exprés a España, como también Exteriores -a quien llegó la petición desde Arabia Saudí-, y Defensa -como mera ejecutora de las órdenes del presidente-.

Tanto si el Gobierno conocía de la operación y la ocultó a la opinión pública, como si Pedro Sánchez hubiera sido el último en enterarse, la conclusión es la misma: resulta lamentable la imagen proyectada al inversor extranjero.

Pero cuidado, porque este tipo de visitas exprés de prospects foráneos con la aquiescencia del Ejecutivo, podrían lanzar la primera pieza del dominó. Sánchez se acerca a una investidura fallida de Feijóo y ahora, todo vale. La consecuencia es que más de un presidente del Ibex ya se plantea marcarse otro Ferrovial. Al fin y al cabo, ¿quién quiere mantener su sede fiscal en España si se enterase de que su gobierno maniobra con inversores extranjeros? ¿Quién desea pagar los impuestos al fisco de esta Nación si cada vez se los suben más o les crean nuevos a las mercantiles o a sus directivos sin avisar? Ni los saudíes quieren ser esquilmados: ellos también se montaron todo un entramado societario en Luxemburgo para hacerse con su participación en Telefónica.

Veremos a ver cómo termina esta historia en cuyas últimas páginas jamás se vio Sánchez escribiendo un epílogo y menos, a las puertas de su hipotética pero no imposible investidura. No olvidemos que el decretazo antiopas llegó justo antes de las elecciones del 23J y que el anuncio de esta operación Telefónica estaba previsto con los socialistas ya fuera de Moncloa.