FERROCARRIL

Renfe y Medlog (MSC) perfilan su filial de Mercancías a la espera del nuevo Gobierno

Renfe analizó hasta 43 propuestas durante 15 meses antes de elegir su socio estratégico para dinamizar su negocio de carga

Renfe licita la compra de 149 vagones para mercancías por cerca de 38 millones

Renfe competirá con el AVE en cinco continentes y peleará por gestionar las cercanías de Europa

Renfe Mercancías Medlog

Renfe y Medlog, la filial de carga del gigante naviero italiano MSC (Mediterranean Shipping Company), perfilan la configuración de la empresa conjunta que prevén crear para dar un vuelco al mercado del transporte de mercancías español. El grupo italiano, conocido fundamentalmente por su actividad de cruceros, es también una de las navieras de transporte de carga más importantes a través de Medlog que, según el plan, se convertirá en socio estratégico de Renfe Mercancías. El proyecto, sin embargo, ha entrado en una fase de impasse dada la situación actual de «gobierno en funciones».

Sin el visto bueno gubernamental, el consejo de la ferroviaria española no podrá llevar a cabo un proyecto que persigue desde hace varios años, pero antes deberá pasar el filtro de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE) para, posterior aprobación por el Consejo de Ministros. Dada la situación de interinidad del Ejecutivo el proyecto está a la espera de que las Cortes invistan (o no) al nuevo presidente del Gobierno.

Renfe quiere potenciar su área de carga desde hace años, pero fue en abril de 2022, cuando el proyecto empieza a tomar forma. La operadora ferroviaria lanzó una consulta al sector internacional para desarrollar un negocio de mercancías poco boyante. Renfe recibió 43 ofertas que, tras casi 15 meses de análisis, dejó en una lista corta de 3 compañías que, en septiembre, ha quedado en una: Medlog. La filial de MSC se convertirá -previa luz verde de Moncloa- en el socio estratégico de Renfe Mercancías.

Mercancías, sin privatizar

Las compañías esperan una decisión favorable del Gobierno. Tras la selección del socio estratégico elegido, sus responsables presentaron el proyecto a los ministerios de Transportes, Hacienda, Industria y Trabajo. En general, las reacciones fueron positivas. Aunque la titular de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se mostró más reticente y cuestionó si el proyecto no redundaría en la privatización de esta actividad de la empresa.

Por su parte, los sindicatos han expresado también sus dudas ante lo que consideran que será una privatización encubierta y por partes de la compañía estatal Renfe.

Un caso diferente es el del Ministerio de Defensa. Renfe realiza transportes y gestiona infraestructuras (terminales portuarias, por ejemplo) que son consideradas estratégicas. Es más, el Ministerio de Defensa es, hoy por hoy, el principal cliente de Renfe Mercancías. Y al departamento que dirige Margarita Robles no le gusta que su material sea manipulado y transportado por alguien de fuera del sector público español.

Por el lado de la plantilla, aunque el plan de negocio no se desarrollará hasta tener el visto bueno de Moncloa, se ha fijado como condición de partida que en la creación de esta nueva filial Renfe Mercancías aportará, en principio, la fuerza de trabajo. Pero se hará de forma voluntaria. Es decir, los trabajadores de Renfe que operan en esta línea de negocio (unos 950) podrán pasarse de forma voluntaria a la nueva empresa que se constituya. Y lo harán con dos ventajas destacables: una, mantendrán sus derechos consolidados hasta el momento y, dos, los que se vayan a la nueva empresa tendrán derecho a solicitar su reincorporación a Renfe Mercancías si así lo deciden.

Sin embargo, el plan de la operadora no parece ser ese. De hecho, la compañía que preside Raül Blanco quiere implantar en Renfe Mercancías el mismo modelo que la empresa ha aplicado en el área de Mantenimiento y en la creación de Renfe Proyectos Internacionales.

Según ese modelo, la cabecera de la actividad (sea mercancías o sean mercados internacionales) es pública, y la entrada en nuevos negocios o el refuerzo de sus actividades se realiza mediante alianza. Unas alianzas en las que da entrada a inversores privados o a las que se incorpora para atacar grandes proyectos. Es el caso, por ejemplo, de su participación en el consorcio del AVE a La Meca o el de la estrategia de crecimiento en Cercanías en Europa. Para ello, Renfe controla el 50% del operador checo Leo Express, que no solo le permite operar en República Checa, Eslovaquia y Polonia, sino, también, disponer de recursos y licencias para abordar Alemania.

Aliarse a un gigante

Medlog es la empresa matriz de un grupo de empresas y la primera naviera del mundo en términos de capacidad de carga de los buques portacontenedores. La compañía opera 760 buques y tiene una capacidad de transporte de 2.308.000 TEU ​(Twenty-foot Equivalent Unit en inglés, medida estándar de capacidad utilizada en logística).

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Raül Blanco, presidente de RENFE.

La alianza con Renfe permite a Medlog potenciar sus negocios en la Península Ibérica, donde cuenta, desde 2016, con la totalidad de las acciones del operador portugués de transporte ferroviario de mercancías, CP Carga. El grupo italiano se hizo con la compañía en una licitación en la que invirtió 53 millones de euros.

En España, Medlog cuenta con implantación en Algeciras, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Gijón, Las Palmas, Madrid, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia, Vigo y Zaragoza

Según las cuentas anuales, Renfe Mercancías cerró el ejercicio pasado con unos ingresos de 202,5 millones. La compañía ha incorporado este año 24 locomotoras eléctricas fabricadas por Stadler, que han supuesto una inversión de 200 millones de euros y sacado a licitación la compra de 149 vagones para mercancías por 37,9 millones. En ambos casos, la operadora ferroviaria cuenta con financiación europea, ya que la inversión se inscribe en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation.

Una de las principales características de las nuevas locomotoras de tracción eléctrica es que no van a generar emisiones de CO₂ en tanto que van a circular impulsadas por energía eléctrica de origen 100% renovable.

Además, la compañía ha puesto en marcha la implantación del sistema de comunicaciones ERTMS en 28 locomotoras de la serie S/253, por importe de 13,5 millones.

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