Economía
Oficinas bancarias

La reducción de oficinas bancarias

Antes de la gran crisis financiera, era habitual encontrar una gran cantidad de oficinas bancarias en las calles de cualquier pueblo o ciudad. Los bancos convivían con cajas de ahorro con una fuerte implantación en un territorio específico. Ahora bien, la crisis provocó una gran oleada de fusiones que provocó la desaparición de un altísimo porcentaje de las cajas existentes y una rebaja muy considerable de la cantidad de bancos con capacidad por operar.

Con estas fusiones, también, se redujeron la cantidad de oficinas, que actualmente es de poco más de la mitad que antes de la crisis. Ello ha provocado, por ejemplo, que muchas localidades (especialmente las menos pobladas) se hayan quedado sin ninguna oficina a la que poder acudir. Ello les obliga a irse a otro pueblo o ciudad o a esperar una iniciativa que algunas entidades han empezado: una oficina móvil que se desplaza hasta estos lugares donde no hay ninguna oficina.

¿Por qué hay menos oficinas bancarias?

Los motivos que han empujado a la reducción de oficina presentes en la calle son los siguientes:

En un principio, la existencia de menos entidades es negativa para las empresas en general. Si hay menos competencia, es más complicado conseguir condiciones favorables mediante la negociación, dado que hay menos opciones entre las cuales escoger. En términos operativos, las empresas que mueven importantes cantidades de efectivo pueden tener dificultades si las oficinas más próximas han cerrado. En caso de operar mediante otros instrumentos más complejos (crédito documentario, remesas…), la comunicación es de tipo telefónico y las reuniones se limitan a solucionar posibles problemas o renegociación de condiciones.