¿En qué consiste el apalancamiento?
Una de las dudas que tiene toda empresa al afrontar una inversión es cómo financiarla: si mediante recursos propios o vía financiación externa. En algunos casos, no hay más remedio: si no se disponen de los recursos propios necesarios, la única forma de hacerlo es acudir a un financiador externo. En otros, la empresa sí tiene suficientes recursos para afrontar la actividad. En este caso, el primer pensamiento sería que siempre es mejor utilizar estos recursos que endeudarse. Ahora bien, esto no es así.
El hecho de utilizar recursos propios implica una reducción de la rentabilidad para los accionistas. Entonces, podemos encontrarnos que éstos preferirán otras compañías en las cuales el dividendo que reciban sea más alto. Por lo tanto, se trata de una estrategia que puede provocar la huída de inversores.
Para calibrar la correcta elección, existe un mecanismo que permite conocer el efecto que tendrá sobre la rentabilidad de la empresa el hecho de utilizar endeudamiento en lugar de recursos propios a la hora de realizar una determinada inversión. Es lo que se llama apalancamiento.
¿Cómo se calcula el apalancamiento?
El apalancamiento financiero mide la relación existente entre la deuda y los intereses financieros resultantes de su petición. Concretamente, su fórmula es la siguiente:
El primer paréntesis indica la relación de deuda. Es decir, del total de inversiones que se han realizado (el activo) qué parte se ha financiado mediante recursos propios (patrimonio neto). Por otro lado, la siguiente división permite fijar cuáles han sido los gastos financieros soportados. La diferencia entre el BAI (Beneficio Antes de Impuestos) y el BAII (Beneficio Antes de Impuestos e Intereses o Resultado de Explotación) es el resultado financiero. Éste está formado por la diferencia entre los ingresos y gastos financieros. Por lo tanto, a partir de esta segunda parte establecemos el impacto de los gastos financieros.
Si el resultado del apalancamiento es superior a 1, significa que la deuda permite incrementar la rentabilidad financiera. Por el contrario, si resulta menor a 1, sucede lo contrario: un incremento de deuda tiene como consecuencia un descenso de esta rentabilidad.
¿Qué limitación tiene el apalancamiento?
El principal problema de esta ratio es que no tiene en cuenta el nivel de endeudamiento global de la empresa en relación a sus recursos propios. Es decir, sirve para calcular el impacto que tendría nueva financiación sobre la rentabilidad, pero no si la compañía está excesivamente endeudada o no. Para ello, habría que realizar un análisis aparte. Ahora bien, una vez establecido que la empresa no presenta un volumen de deuda elevado, sí es útil para determinar cómo financiar la inversión.
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