Riberas defiende a la Empresa Familiar frente al discurso dañino de Podemos y el separatismo

El nuevo presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Francisco Riberas, ha aprovechado su acto de investidura para alertar del daño que hace al empresariado y al conjunto de la sociedad el discurso de partidos como Podemos.
«La demagogia y los nuevos populismos culpan a las empresas de todos sus problemas y, esto, en el contexto político actual, es peligroso», ha advertido el también presidente de Gestamp.
El empresario ha querido tomar el relevo a su antecesor Ignacio Osborne en Cataluña. Con este gesto, el Instituto pretende mitigar el daño que ha hecho a la imagen de la capital catalana el golpe independentista que ha provocado la fuga de más de 4.500 empresas desde el pasado 1 de octubre.
Fue precisamente en esta tierra, donde se fundó el IEF hace 26 años. Además, como recordó Riberas, Cataluña siempre ha sido cuna de excelentes empresarios.
Preocupación por Cataluña
La situación política en la que Puigdemont y el separatismo ha colocado a España preocupa al empresariado. Tal es así que el nuevo presidente ha comentado que quizá el tercer objetivo de esta institución, el de defender y poner en valor a las empresas familiares, sea el reto que más está costando conseguir al IEF.
Riberas también ha querido recordar, que muchas de las grandes empresas familiares españolas arrancaron en su momento, como meras startups (tan de moda ahora) y sólo mediante al tesón y la visión de los empresarios que las dirigían, han generado miles de puestos de trabajo y bienestar para muchas familias, Algo que hay que cuidar y defender y no atacar, remató. Aplaudió la ambición por crecer y desarrollarse como uno de los pilares básicos de la estrategia de toda empresa que busque el largo plazo.
También hubo palabras de agradecimiento para Ignacio Osborne que ha sabido defender el buen nombre y los objetivos del IEF en tiempos tan complejos.
Optimismo moderado
Como suele ser habitual en este tipo de encuentros, el Instituto ha sondeado la opinión de sus miembros para saber cómo perciben la situación económica de nuestro país.
En concreto, frente a 5,88 puntos de hace un año (sobre 9), en 2018 la situación económica obtiene 6,39 puntos. Un 85% de los socios considera que a corto y medio plazo el crecimiento será moderado, con aumento de la actividad, con una limitada creación neta de empleo, frente al 80% de 2017. El 67% espera aumentar sus ventas este año y un 80% dentro de tres años, al tiempo que se percibe un interés generalizado por incrementar las inversiones en los próximos años.
Es decir, un panorama no demasiado optimista. De hecho, empresarios consultados por OKDIARIO durante este evento han afirmado que se ha desaprovechado la oportunidad de profundizar en las reformas que España necesita durante esta legislatura. Especialmente, la reforma educativa y laboral.
Crecer en el exterior
También se ha celebrado un debate sobre la internacionalización de la empresa familiar como fórmula de crecimiento. José María Serra, presidente de Catalana Occidente, aseguró que comprar empresas en el extranjero sin un objetivo claro puede ser un auténtico suplicio pero que tampoco se puede uno acomodar a trabajar sólo con españoles siguiendo nuestra legislación.
Federico Michavila, presidente y CEO del Grupo Torrecid, pidió una Administración mucho más ágil para las empresas inversoras así como, una mayor libertad de amortización.
Pilar Martínez-Cosentino, adjunta al presidente del Grupo Cosentino, también se quejó de lo poco competitiva que es la Administración española y alertó de la multiplicidad de regulaciones (muchas de ellas venidas de Bruselas) que más parece que sólo sirven para ocupar el trabajo de los burócratas.
En su despedida, Ignacio Osborne destacó que la dimensión constituye en estos momentos el gran reto de la empresa familiar española. También que hay que seguir avanzado en normativas que ayuden al traspaso de estas compañías de padres a hijos.
Otras de las cosas en las que ha querido hacer mucho hincapié Francisco Riberas desde la Ciudad Condal es que el IEF tiene una gran legitimidad moral para defender la imagen de la empresa familiar y de los empresarios familiares. El ejemplo de las historias de éxito de todas las empresas asociadas debe servir para erradicar la imagen que gran parte de la sociedad tiene de que las empresas son, o bien multinacionales sin arraigo ni escrúpulos, o fruto de la cultura del pelotazo.
Entre los asistentes se pudo ver al Conde de Godó, editor de La Vanguardia, Simón Pedro Barceló del Grupo Hotelero que lleva su apellido o Juan Roig, propietario de Mercadona. Como representantes de las nuevas generaciones también estuvieron presentes en La Pedrera, Alfonso Botín, Juan Claudio Abelló o Alberto Cortina Koplowitz.