Pocos la eligen y es un error: esta FP asegura trabajo fijo y sueldos de hasta 3.000 euros
Fijate en esta profesión de técnico que es de las mejores y que puedes aprender a través de la FP
¿Por qué deberías estudiar una formación profesional?
Formación Profesional: esta es la FP más sencilla y con más empleabilidad según el SEPE


Uno de los grandes problemas de los jóvenes cuando se acercan al final de sus estudios secundarios o la ESO, es saber si desean o no, hacer el Bachillerato para luego estudiar una carrera universitaria o es mejor decantarse por la FP. La decisión dependerá de la vocación de cada uno, o de las ganas que se tengan de incorporarse con celeridad o no al mercado laboral. A ello se le suma el problema constante con el empleo juvenil y las tasas de paro, de modo que si no sabes qué hacer puede que sea bueno que conozcas la FP asegura trabajo fijo y sueldos de hasta 3.000 euros.
La Formación Profesional, durante años injustamente infravalorada frente a la universidad, vive hoy un resurgir con cifras que confirman su creciente demanda. En los últimos cinco años, el número de alumnos que han optado por cursar una FP ha crecido un 33 %, y se espera que esta tendencia siga al alza. Los motivos son claros: ciclos más cortos, formación práctica, contacto directo con el mundo empresarial y, sobre todo, una empleabilidad altísima. Aun así, sigue habiendo ciclos muy rentables y con salidas aseguradas que siguen pasando desapercibidos. Uno de ellos, y que debería ser más conocido, es el de Técnico en Comercialización de Productos Alimentarios, una FP de grado medio que puede marcar un antes y un después en la vida profesional de quien la elige. Se trata de una formación corta, muy práctica y orientada a un sector en constante crecimiento, que ofrece sueldos cercanos a los 3.000 euros mensuales. Sin embargo, muy pocos jóvenes la contemplan como una opción real cuando es de las FP con más salidas a obtener un trabajo fijo.
Una FP que asegura trabajo fijo y buen sueldo
Pese a su baja visibilidad, el ciclo de Técnico en Comercialización de Productos Alimentarios ofrece algo que muchos buscan desesperadamente: trabajo fijo y bien pagado. Según datos de portales especializados en empleo como Jooble, los profesionales que se forman en esta rama pueden alcanzar sueldos anuales de entre 25.000 y 35.000 euros, lo que se traduce en unos 2.947 euros mensuales en los casos mejor remunerados. Las zonas donde más se cobra son Cádiz, Elche y el País Vasco, donde el sector alimentario tiene un peso muy significativo.
Además, esta FP tiene una de las tasas más altas de inserción laboral. Quienes la cursan no tardan en encontrar empleo, ya que se trata de un perfil muy demandado tanto por grandes cadenas de distribución como por pequeños comercios. Esto se debe a que la formación está diseñada pensando en las necesidades reales del mercado, lo que convierte al alumno en un profesional listo para trabajar desde el primer día.
¿Qué se estudia en este ciclo y qué salidas tiene?
Aunque los contenidos pueden variar ligeramente según el centro o la comunidad autónoma, el núcleo de asignaturas gira en torno a materias prácticas y enfocadas al día a día del comercio alimentario: técnicas de venta, gestión de almacén, aprovisionamiento, manipulación de alimentos, atención al cliente y estrategia comercial. No se trata sólo de vender, sino de saber cómo hacerlo, de gestionar productos perecederos, de optimizar los recursos de un establecimiento y, en definitiva, de hacerlo rentable.
Las salidas profesionales son mucho más amplias de lo que pueda parecer a simple vista. Con esta titulación se puede trabajar como vendedor especializado en productos alimentarios, dependiente de charcuterías, fruterías, panaderías o tiendas gourmet, e incluso asumir roles de responsabilidad como gestor o encargado de comercio. Además, el ciclo también capacita para establecer protocolos de actuación comercial, implementar planes estratégicos y gestionar un pequeño negocio propio. Todo ello con el respaldo de una formación sólida y muy bien valorada por las empresas.
Una formación que además no es cerrada
Otro de los puntos fuertes de esta FP es que no es una formación cerrada. Quien quiera seguir creciendo profesionalmente puede hacerlo sin problemas. Desde cursar otro ciclo de Grado Medio, acceder a un Grado Superior más específico o incluso abrir las puertas a estudios universitarios, este itinerario permite una evolución académica constante. De hecho, muchos alumnos descubren durante el ciclo cuál es su verdadera vocación dentro del sector alimentario y deciden especializarse, por ejemplo, en logística, productos ecológicos, gestión empresarial o marketing de alimentos.
También es importante saber que la experiencia cuenta. A medida que el profesional gana años en el sector, conoce mejor a los clientes y se adapta a los cambios del mercado, las oportunidades laborales y salariales crecen. Especializarse en nichos como los productos gourmet o bio puede marcar la diferencia y abrir las puertas a sueldos todavía más altos.
Formarse por menos de lo que cuesta una matrícula universitaria
Uno de los grandes atractivos de esta FP es su accesibilidad. Mientras que estudiar una carrera universitaria puede costar varios miles de euros al año (especialmente si hay que mudarse a otra ciudad), cursar una FP de este tipo en un centro público no suele superar los 400 euros anuales. Esto la convierte en una de las opciones más rentables desde el punto de vista económico: poca inversión y muchas posibilidades de retorno inmediato.
Si se opta por un centro privado, el precio se eleva, rondando los 5.000 euros por curso, pero aun así sigue siendo una inversión baja si se compara con el potencial económico que ofrece al finalizar los estudios. A fin de cuentas, no se trata solo de estudiar por estudiar, sino de elegir un camino que conduzca de forma directa a un empleo digno, bien remunerado y con proyección.