Una condonación de la deuda provocaría efectos perversos

El plan de Sánchez para la quita de la deuda catalana destapa el despilfarro de las regiones socialistas

Sánchez, IVA, luz

Los planes que maneja el presidente Sánchez para impulsar una quita de la deuda catalana, y así engrasar su eventual investidura a la vuelta del verano ha destapado el despilfarro no sólo de la autonomía dirigida por los independentistas de Esquerra Republicana sino de la mayoría de las regiones gobernadas en los últimos tiempos por los socialistas hasta que éstos fueron desalojados del poder en las diversas elecciones autonómicas. De hecho, las regiones más endeudadas, además de Cataluña, son Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha. La única excepción digna de mencionar es Asturias.

En todos estos casos, la deficiente gestión de los gobiernos socialistas ha disparado el endeudamiento con cargo al llamado Fondo de Liquidez Autonómica, que fue un instrumento extraordinario creado en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy y su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para facilitar liquidez a las autonomías en condiciones muy favorables, con préstamos a bajos tipos de interés y largos periodos de vencimiento. El objetivo era proporcionar esta liquidez para pagar fundamentalmente las facturas atrasadas de proveedores y empresarios de todos tipo que nutren de bienes y servicios a las regiones, así como facilitarles financiación en un momento en el que las autonomías no podían acceder a los mercados internacionales dada la crisis de deuda desatada en toda Europa.

Instrumento extraordinario

Pero lo que se concibió como un instrumento extraordinario hasta que se regularizase la situación de los mercados financieros internacionales, como empezó a suceder a partir de 2014, se ha convertido en un recurso ordinario del que han abusado particularmente Cataluña y aquellas regiones bajo gestión socialista, en especial la Comunidad Valenciana y Andalucía, ahora presididas por los populares Carlos Mazón y Juan Manuel Moreno Bonilla. El montante de la deuda de Cataluña con cargo al FLA sobrepasa los 71.000 millones, en Andalucía supera los 25.000 millones, y en Castilla La Mancha rebasa los 11.000 millones, en todos los casos como consecuencia de una pésima gestión fiscal.

El ex secretario de Estado de Hacienda Ricardo Martínez Rico, el ideólogo y el que puso en marcha el FLA, asegura a OKDIARIO que «una condonación de la deuda provocaría incentivos perversos y premiaría injustamente a aquellas autonomías que más se han endeudado frente a las que han desempeñado una gestión presupuestaria prudente como Madrid, pero, por ejemplo, también la socialista Asturias». En su opinión, habría que acabar de una vez por todas con el FLA.

Martínez Rico está de acuerdo en que hay que llegar a un compromiso para resolver de una vez por todas el problema de la deuda autonómica, pero la vía de la condonación es «desaconsejable por completo». «Lo lógico sería iniciar un proceso de reestructuración, alargando los plazos de pago y mejorando las condiciones de devolución». «Lo contrario sería crear agravios comparativos con las comunidades que se han comportado de manera exquisita desde el punto de vista fiscal como Madrid», apunta.

Acceso a los mercados

Por otra parte, en estos momentos ya no hay problema de acceso a los mercados financieros mundiales, la prima de riesgo es moderada, y por tanto se podría acudir al exterior en busca de financiación, aunque, claro, para ello las autonomías en peor situación fiscal deberían cortar con los gastos superfluos y mejorar sus números».

Los planes de condonación de deuda sugeridos por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya han empezado a desatar las primeras reacciones a favor y en contra. A pesar de haber cambiado de color político, algunas comunidades como Valencia y Andalucía están especialmente interesadas en una solución para su voluminosa deuda pública, que representa un lastre para la gestión diaria de sus recursos, pero la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha mostrado su tajante oposición a que se produzca una condonación. «Es un intento de comprar el poder con el dinero de todos los españoles -en referencia al eventual apoyo futuro tanto de Esquerra como de Junts a la posible investidura de Sánchez-«, asegura Ayuso en un tuit reciente. «Es un agravio comparativo para todos aquellos que se esfuerzan por no endeudarse», concluye.

Otros líderes populares implicados como el presidente valenciano, Carlos Mazón, también se ha pronunciado con moderación. Aunque ha calificado como de inasumible el volumen de deuda heredada de su predecesor Ximo Puig, ha afirmado que «intentará reducirla activando la economía mediante la rebaja de impuestos, la disminución del gasto político y la reducción del número de políticos y altos cargos».

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